"La degradación a bono basura es inevitable para España: ”Y eso sería
el final del cuento de esta cueva de ladrones en la que la casta
política nacida de la Transición nos ha convertido: el país con más
políticos, más grandes empresarios y más banqueros corruptos de todo el
mundo desarrollado”.
Lo ha escrito un economista conservador, Roberto Centeno,
asqueado con los más de 800 casos de corrupción y 2000 detenidos,
apenas unos pocos en la cárcel, que ha desarrollado la “democracia”
española desde que comenzó el nuevo siglo.
El estudio lo ha realizado la Universidad de La Laguna y llega a
precisar que hay territorios españoles, como la comunidad autónoma de
Murcia, donde el 57% de sus municipios están afectados por corrupción.
La impunidad es otra de las características de la sociedad política,
económica y financiera española, pues personajes como el presidente del
Sevilla FC, José María del Nido, se pasean por los
campos españoles y la televisión a pesar de haber sido condenados.
Los
miembros de la “casta” española nunca pisan la trena aunque sean
condenados, y esto beneficia a todos, desde el ex presidente de
Baleares, Jaume Matas, al torero Ortega Cano,
condenado también a dos años y medio de cárcel, pero que sigue
participando en saraos que luego tienen su eco en la prensa rosa.
¿Se imaginan 2000 periodistas procesados por corrupción? ¿Cual sería la
credibilidad de la prensa española? ¿Y si fueran 2000 los jueces y
abogados encausados por corrupción? ¿Qué fiabilidad tendría la Justicia?
Si 2000 ingenieros o arquitectos estuvieran en los juzgados por
corrupción ¿confiaríamos en la solidez de las construcciones? Sin
embargo, 2000 políticos han sido detenidos (una ínfima parte de lo que
puede investigar una justicia maniatada y con escasos recursos
policiales) que luego además salen a la calle y vuelven a las cúpulas de
los partidos para poder presentarse en listas cerradas.
Los ciudadanos
ya no pueden hacer nada para evitar su saqueo salvo abstenerse o votar opciones claramente enfrentadas al régimen o sistema. De ahí que las últimas encuestas pronostiquen que PP y PSOE perderán en los próximos comicios europeos casi 10 millones de votos, una verdadera sangría que anticipará lo que viene después con las municipales, autonómicas y generales.
Y ya
no se dilucida solo la alternancia política, sino la verdadera asunción
de responsabilidades penales, tributarias y legales de todos aquellos
miembros de la “casta” que han participado en el hundimiento laboral y
económico de España. (...)
En esto han convertido España: en un inmenso bar con más de 6 millones
de parados sin expectativas de futuro, con 300.000 exiliados laborales y
una tasa de suicidios escalofriante. Han machacado a los movimientos
sociales que articularon las primeras protestas ciudadanas con brutales
agresiones, detenciones, multas y hasta cárcel.
No pararon hasta
conseguir diluir las masivas manifestaciones que tuvieron lugar el 25-S y
el 23-F rodeando el Congreso, mientras ellos huían fuera de España
sacando el dinero que previamente habían esquilmado, de ahí que tengan a
la mayor parte de sus hijos estudiando fuera del país.
Fue una
oportunidad única para haber tomado pacíficamente la sede de la
soberanía popular y no haberla desalojado hasta su disolución,
como pedían sus jóvenes organizadores y como protesta por el abuso que
supone el continuo “estado de exacción” o saqueo que un grupo pequeño de
desalmados está ejecutando sobre la mayoría de la población." (Un espía en el Congreso, 17/06/2013)
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