16.12.13

Muchas reformas urgentes, como "el rechazo de la deuda ilegítima" o "frenar los desahucios", podrían acometerse sin cambiar la Carta Magna

"(...) La Constitución española nació con condicionamientos y deficiencias innegables. Pero contenía algunas promesas garantistas y admitía lecturas abiertas, flexibles. Hoy queda muy poco de todo eso.

 Los derechos sociales y las libertades civiles son conculcados sin rubor y las interpretaciones más democráticas del texto de 1978 se arrinconan. Diría que no solo no hay evolución, sino que asistimos a un auténtico golpe deconstituyente. 

La reforma de la Carta Magna está en el discurso de diferentes partidos políticos, pero quizás estos llegan un poco a remolque de lo que se ha planteado en las calles desde el estallido del 15-M. ¿Comparte esta reflexión?

El 15-M denunció el agotamiento del régimen político y económico surgido de la Transición. Y sugirió una terapia, la radicalización democrática. No veo a la clase política actual, ni mucho menos a los grandes poderes económicos, en condiciones de responder a esa interpelación. Hablan de reforma constitucional, sí, pero muchas veces lo hacen para ocultar su negativa a algunos cambios que podrían producirse incluso sin ella. 

La Constitución española nació con condicionamientos y deficiencias innegables. Pero contenía algunas promesas garantistas y admitía lecturas abiertas, flexibles. Hoy queda muy poco de todo eso.

 Los derechos sociales y las libertades civiles son conculcados sin rubor y las interpretaciones más democráticas del texto de 1978 se arrinconan. Diría que no solo no hay evolución, sino que asistimos a un auténtico golpe deconstituyente. 

La reforma de la Carta Magna está en el discurso de diferentes partidos políticos, pero quizás estos llegan un poco a remolque de lo que se ha planteado en las calles desde el estallido del 15-M. ¿Comparte esta reflexión?

El 15-M denunció el agotamiento del régimen político y económico surgido de la Transición. Y sugirió una terapia, la radicalización democrática. No veo a la clase política actual, ni mucho menos a los grandes poderes económicos, en condiciones de responder a esa interpelación.

 Hablan de reforma constitucional, sí, pero muchas veces lo hacen para ocultar su negativa a algunos cambios que podrían producirse incluso sin ella. (...)

IU hablaba recientemente de suprimir el famoso artículo 135 sobre la estabilidad presupuestaria. ¿Cómo lo ve? ¿Es posible?

La reforma del artículo 135 fue un despropósito. Una Constitución que otorga prioridad absoluta al pago de la deuda externa está dimitiendo de su función social y democrática ¡Ni siquiera el Banco Central Europeo exigía tanto! Dicho esto, si existiera voluntad política para cambiar este precepto habría que utilizarla para muchas otras cosas.

 De entrada, como decía antes, para suspender el pago de la deuda, algo que el propio artículo 135 prevé en caso de que se "perjudique considerablemente" la "sostenibilidad social del Estado". Y luego, para abrir un proceso de cambios constitucionales más profundos, que involucren a la ciudadanía, comenzando por quienes ni siquiera votaron el texto de 1978.(...)"               (ENTREVISTA A GERARDO PISARELLO, Público, 06/12/2013)

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