"(...) Pero es en la salud mental donde antes debutan las consecuencias de
una crisis, normalmente en forma de depresión, crisis de ansiedad,
adicciones y suicidios.
Un estudio encabezado por Margalida Gili
publicado en el European Journal of Public Health concluye que ha
aumentado significativamente la frecuencia de los trastornos mentales y
el abuso de alcohol, especialmente entre quienes están en paro y tienen
riesgo de perder la vivienda.
Otro estudio dirigido por Carme Trilla
observa cómo el 70% de las personas que acuden a Cáritas por problemas
de vivienda afirma sufrir problemas de depresión u otros trastornos
mentales, cuando en la población normal el porcentaje es del 15%.
Esta mayor vulnerabilidad no se ha traducido, según Josep Ramos,
psiquiatra del hospital Sant Joan de Déu, en una mayor demanda de
atención especializada para adultos, pero sí para niños. ¿La razón?
Probablemente porque en el caso de los niños hay mayor vigilancia y los
adultos con trastornos de ansiedad y depresión se quedan en la
asistencia primaria, que es donde se recetan ahora más antidepresivos.
La memoria colectiva guarda la terrible imagen de empresarios
arruinados arrojándose por la ventana en la Gran Depresión de 1929. Uno
de los primeros indicadores a los que se recurre para evaluar el impacto
de una crisis económica es la tasa de suicidios. Aquí encontramos datos
tan contradictorios como reveladores.
Un estudio realizado en Gran Bretaña muestra un ligero repunte de la
tasa de suicidios en paralelo a la crisis y al incremento del paro. Pero
la tasa sigue estando por debajo de hace diez años.
Algo parecido
ocurre en España y Portugal. En Cataluña, la tasa de suicidios alcanzó
su punto más bajo en 2007, con 5,8 muertes por cada 100.000 habitantes.
En 2011 había subido a 6,52 pero aún así era casi la mitad de la media
europea.
En Grecia, en cambio, un trabajo publicado en The Lancet daba
cuenta de que los suicidios habían aumentado un 17% entre 2007 y 2009 y a
lo largo de la crisis el aumento ha sido del 43%.
¿Por qué en Grecia
suben más los suicidios que en España o Portugal? ¿Es por la mayor
intensidad de la crisis o hay factores sociales y culturales que en
nuestro caso amortiguan los efectos?
Desde luego, la solidaridad familiar juega un papel muy relevante.
Pero lo más importante es poder mantener las estructuras del Estado de
bienestar que amortiguan el impacto de la crisis sobre los factores que
determinan la salud: prestaciones y servicios sociales, asistencia
sanitaria, educación...
Aunque recortados y sobrecargados, los servicios
públicos siguen en pie. Cuanto mayor y más larga es la crisis, más
importante es preservar estos grandes amortiguadores sociales." (
Milagros Pérez Oliva
, El País, Barcelona
13 ABR 2014)
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