17.9.14

La zona del euro necesita una mayor demanda interna para evitar la excesiva deuda heredada gracias a los desmanes previos a la crisis

"(...) Los últimos datos económicos han obligado a los responsables de las políticas de la zona del euro a enfrentar los graves riesgos deflacionarios, evidentes desde hace al menos dos años.(...)

 Sin una fuerte implementación de políticas, la zona del euro, al igual que Japón desde la década de 1990, enfrenta la posibilidad de mantener un crecimiento dolorosamente lento y perder una o dos décadas.

Hasta el mes pasado, las crecientes preocupaciones llevaron a propuestas de políticas poco convincentes. Jens Weidmann brindó un espectáculo novedoso: un presidente del Bundesbank con un llamado a mayores salarios. Pero el crecimiento salarial no tendrá lugar sin políticas de estímulo. (...)

El modelo alemán de crecimiento impulsado por exportaciones no puede funcionar para la zona del euro en su conjunto. (...)

La zona del euro necesita una mayor demanda interna para evitar la excesiva deuda heredada gracias a los desmanes previos a la crisis. En países como España e Irlanda, las deudas privadas llegaron a niveles insostenibles. En otros, como Grecia e Italia, también fue demasiado alta la deuda pública. Tanto el consumo de los hogares como la inversión de las empresas y el gasto público han sido recortados en un intento por pagar la deuda.

Pero el desapalancamiento público y privado simultáneo no puede evitar deprimir la demanda y el crecimiento. Frente al desapalancamiento privado en la década de 1990, Japón solo pudo eludir una depresión aún mayor incurriendo en grandes déficits públicos.

Por este motivo la austeridad fiscal en la zona del euro ha resultado contraproducente. Cuanto más agresivamente el gobierno italiano, por ejemplo, recorta los gastos o aumenta los impuestos, más probable es que el peso de su deuda pública –ya superior al 130 % de su PIB– aumente hasta niveles insostenibles. (...)

 Los economistas italianos Francesco Giavazzi y Guido Tabellini han explicado en detalle qué podría implicar una política monetaria y fiscal coordinada. Proponen recortes impositivos del 5 % del PIB durante 3 o 4 años en todos los países de la zona del euro, financiados con deuda pública de muy largo plazo, que sería adquirida en su totalidad por el BCE. Sostienen que la flexibilización cuantitativa del BCE sería ineficaz en ausencia de una menor presión fiscal. (...)"             (Adair Turner,  Project Syndicate, en Revista de prensa, 08/09/2014)

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