25.9.14

Sanidad catalana. «¿Le sorprendería que este paciente muriera en los próximos 12 meses?»... pues entonces, ¿para qué darles medicamentos? Con un pasar...

"(...) la sanidad catalana enfila la pendiente cuesta abajo de un desastre a la altura de la incompetencia profesional y política del consejero Boi Ruiz, otro de los medicos de Convergència. Ahora son los enfermos quienes están entre la espada y la puta calle.

La información de Esther Armora en el Abc es demoledora, tal vez lo más sustantivo del quiosco: "Los médicos de Familia catalanes llevan meses preocupados por la posible repercusión de un protocolo impulsado por la consejería de Salud de la Generalitat en el que se les obliga a señalar con una cruz, en un programa informático, a los pacientes crónicos más complejos que podrían fallecer en los próximos meses".

¿Es posible semejante cosa? Sí, sin duda. Entre dentro de los criterios de la Generalidad nacionalista. Continúa el texto de Armora: "Las suspicacias las ha levantado una pregunta que las autoridades sanitarias catalanas han introducido en el Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad (PPAC) para la atención a este tipo de pacientes.

 «¿Le sorprendería que este paciente muriera en los próximos 12 meses?», aparece en la pantalla del ordenador de los facultativos. Esta pregunta les obliga a marcar la casilla del «sí» o del «no». La respuesta afirmativa puede condicionar «el tratamiento que recibirá el paciente a partir de aquel momento», según denuncian médicos de atención primaria en un documento colgado en el blog del sindicato Médicos de Cataluña. 

«No es solo una pregunta de mal gusto expresada en términos poco profesionales, sino que si se responde afirmativamente puede influir en cómo es tratado ese paciente en su próxima visita al servicio de urgencias o en la petición de atención domiciliaria», aseguran los facultativos en ese documento".

Y siguen los detalles aterradores, de cariz siniestro, casi malvado: "Si el facultativo responde que cree que el paciente fallecerá en los próximos 12 meses este pasa a ser etiquetado como paciente MACA, (Enfermedad Crónica Avanzada, en el acrónimo catalán). Así pues, se le identifica en el programa como enfermo de «últimos días», lo que antes se conocía como enfermos en situación terminal.

 La consigna general de la Generalitat para estos enfermos es que el mejor sitio en el que pueden ser tratados es en su propio domicilio. «La filosofía podría entenderse si respondiera a criterios estrictamente médicos o clínicos, aunque el propio departamento reconoce que las nuevas orientaciones para el tratamiento de estos pacientes responden a motivos meramente económicos», precisan los médicos".

¿Económicos? Sí, la eutanasia es muy barata. Se deja de atender al paciente y a otra cosa. ¿Verdad Ruiz? La cuestión es ahorrar para que no le falte de nada al proceso. Eso sí, la prensa catalana celebra las incursiones de Ruiz en el mundo de la atención de urgencias como si fuera el doctor House. Dicen que de tanto en cuanto se presenta en algún servicio, se pone su disfraz de médico progre y de acción directa y controla el tema. 

Y más. Anteayer contaba La Vanguardia, rendida de admiración, que el consejero no había tenido ningún inconveniente en saltar de su coche oficial casi a la carrera para atender a un herido de tráfico. Impresionante. Y ahora, vuelvan a leer esto: «¿Le sorprendería que este paciente muriera en los próximos 12 meses?». Si es así, felicidades. Su paciente es un "MACA", malaltia cronica avançada.

En un país normal, al consejero no sólo se le exigiría la dimisión o se le cesaría ipso facto, sino que semejante "directiva" podría tener consecuencias de índole penal. Aquí no, no preocuparse. Esta toda la política muy centrada en el proceso, nada de muertos por legionela ni caridad con los moribundos. (...)"             (Pablo Planas, Crónica Global, Jueves, 25 de septiembre de 2014)

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