"(...) Quién lo iba a decir hace apenas seis meses, cuando el presidente de la
entidad, Mario Draghi, se las prometía tan felices que incluso aspiraba a
que no le hiciera falta adoptar más medidas expansivas; que con lo hecho hasta ese momento ya bastaba.
Desde entonces, sin embargo, ya ha bajado los tipos de interés en dos
ocasiones y ha lanzado un puñado de iniciativas adicionales para
reactivar el crédito. (...)
Con los tipos al 0%, con las operaciones de financiación bancaria a
largo plazo, con la barra libre de liquidez abierta y con los programas
de compra de cédulas y titulizaciones, el BCE ha desplegado casi todo su
arsenal. Apenas se ha reservado una bala: la de la compra de deuda
pública. Por el momento sólo la ha sugerido, y con eso ha bastado para
poner en alerta a los guardianes de la ortodoxia. (...)
Draghi es muy consciente de que está a punto de cruzar su Rubicón. Con la compra de deuda privada, todavía puede aferrarse al mantra de que está dentro de su mandato;
pero ahí está su límite. Más allá, comienza a excederlo. Él lo sabe. Y
también Alemania. Pero la sombra de Japón asoma al fondo. Demasiado complicado todo. Así es Europa." (Pedro Calvo, Cotizalia, 05/09/2014)
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