27.10.14

Bankia le dió a ACS 2.757 millones, a FCC 1.500, a OHL 1.000, y a Abengoa 756... y así hasta 24.000 millones

"(...) Pero, en el caso de Bankia, los demás ingredientes estaban ahí: la trama de intereses, la obsequiosidad de los bien pagaos. En la prensa capitalina no se pudo leer ni un ápice de crítica hasta que el fiasco fue inocultable.

 Por lo demás, también Bankia era el instrumento financiero de una cierta camarilla madrileña, que sorprende por su amplitud ideológica. Aunque el que estaba al mando era el PP en su versión más canalla, todos pillaron y todos callaron. Fue vergonzoso el pacto entre CCOO y el PP en 1996 para nombrar a Blesa, el hombre de Aznar. Desde aquel momento, todo en Caja Madrid se hizo provincial y espeso. 

En Bankia estaba, es evidente, lo más concupiscente y corrupto del empresariado madrileño, de Díaz Ferrán a Arturo Fernández, pasando por Ricardo Romero de Tejada, secretario general del PP madrileño y presunto urdidor de aquella vergüenza, el tamayazo, que vivió el Parlamento de Madrid en los años en que la especulación inmobiliaria alimentó todas las corrupciones.

El TurboMadrid era una perita en dulce para especuladores y arribistas. En España hoy la gente se hace la idiota, como si se acabara de caer de un guindo, pero ya Alejandro Nieto avisó en su Corrupción en la España democrática, Premio Nacional de Ensayo en 1977, de lo que estaba sucediendo. Mucha gente, quizás demasiada, lo sabía.

 Lo que pasó después, con una burbuja disparada por la liberalización del suelo que propició Rato, mostró hasta qué punto podían empeorar la avaricia y la majadería. España estuvo en esos años a punto de volverse tonta, como alguien escribió en otras circunstancias.

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