14.10.14

Me negué a trabajar en el Carlos III por la seguridad de mi familia...

"El miedo ha invadido las bolsas de trabajo de enfermeros y auxiliares de enfermería. El hospital Carlos III ha tenido que contratar a personal extra para atender a las personas en observación por posible contagio, pero se ha encontrado con la negativa de muchos sanitarios, que temen exponerse al contagio de ébola.

"No es que se nieguen a realizar su trabajo, sino que están poniendo en tela de juicio las escasas medidas de seguridad con las que cuentan", ha explicado la portavoz del Sindicato de Técnicos de Enfermería, Elvira González. La portavoz asegura que cuando las bolsas se acaban, recurren a la lista del paro.

"No dije que no hasta última hora", relata Raquel, una de las enfermeras que se ha negado a trabajar en el Carlos III. Este jueves recibió una llamada del hospital, le ofrecían un trabajo de diez días: se incorporaría al personal que está tratando a la enferma.

 "Como yo tengo experiencia en cuidados intensivos, tenía todas las condiciones para trabajar en lo más gordo", comenta la enfermera, que se vio sorprendida ante la llamada. "Normalmente en La Paz son muy cuidadosos con el personal que seleccionan, luego me di cuenta de que, quizá, no tienen a mucha más gente dispuesta a trabajar allí".

Raquel volvió a llamar más tarde. Un posible embarazo y la seguridad de su familia son las razones que le llevaron a declinar la oferta de trabajo. "Para mí es muy importante porque está dentro de mis principios atender a quien lo necesite, pero me asusté por la seguridad de mi familia", narra la enfermera.

La falta de formación de los sanitarios, las dudas sobre el protocolo de actuación y la seguridad de los materiales son, según los sindicatos, las razones que explican por qué los sanitarios de las bolsas de empleo se están negando a tratar a posibles contagiados de ébola.

"Mi miedo está en que los mecanismos de transmisión no están muy claros", cuenta Raquel. "La información que tenemos no es clara, no hay un protocolo fiable y tampoco nos garantizan que los materiales sean seguros. De hecho, en Móstoles ni siquiera tienen los trajes correspondientes". La sanitaria tiene miedo de que "les carguen el muerto como han hecho con la enfermera" si hacen algo mal en el proceso de aislamiento.

Esta enfermera es solo un caso de los muchos que no se atreven a trabajar bajo el riesgo de contagio. El miedo supera incluso las consecuencias de rechazar un contrato de trabajo en la bolsa. Raquel calcula que la negativa le supondría hasta un año fuera de la bolsa, un año sin poder trabajar. (...)"               (eldiario.es, 11/10/2014)

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