26.11.14

¿Dónde estaría la Alemania de 1950 si a su deuda de la guerra le hubiésemos aplicado las mismas medidas que ella impone a Grecia?



"(...) se inaugura en 1952 la Conferencia de Londres, en la que representantes de la banca internacional y de los bancos centrales de 20 países acreedores renegocian la deuda con el gobierno de la República Federal de Alemania (RFA), heredera en cuestión de responsabilidades financieras del régimen nazi. 

En dicha Conferencia se renegociaron un total de 29.700 millones de marcos, de los cuales 13.600 correspondían a deudas impagadas desde el Tratado de Versalles y 16.100 a créditos concedidos en la postguerra bajo los auspicios del Plan Dawes y posteriormente del Plan Young,  acuerdos que refinanciaron la deuda alemana tras la derrota de 1918 y que tuvieron eficacia desde 1924 y que fueron interrumpidos por el Crack bursátil de 1929 en EEUU. 

Las deudas correspondientes a la Primera Guerra Mundial ¡¡no fueron liquidadas totalmente hasta octubre de 2010!!  La quita conseguida en Londres se calcula en 14.600 millones de marcos de 1952. Más del 50% de la deuda condonada se justificó por la ya mencionada necesidad de rearmarse ante la amenaza soviética en pleno inicio de la Guerra Fría. 

El resto de la renegociación giró en base a la imposibilidad de pagar las cantidades adeudadas mientras Alemania siguiera dividida en dos, ya que la RDA (la Alemania comunista) se inhibía de atender cualquier reclamación al respecto. Hubo que esperar a la caída del Muro de Berlín en 1989  para que la Alemania reunificada abonara los últimos 3.000 millones de € pendientes de pago. 

Otra ayuda inestimable a la recuperación alemana fue la vinculación del pago de la deuda de guerra al aumento de las exportaciones, dedicando parte de las divisas obtenidas a atender las obligaciones financieras, de modo que a finales de los años 60 del pasado siglo, con el milagro alemán en pleno auge, queda liquidada la parte de las indemnizaciones que no se vieron afectadas por otros mecanismos de ayuda como amplios períodos de carencia y reducciones en los tipos de interés aplicados a los préstamos de postguerra.  En realidad los acreedores internacionales renunciaron de una u otra forma al cobro de gran parte de la deuda contraída entre 1914 y 1945.

Por contraste, la misma Alemania que se reconoció a sí misma como heredera jurídica y económica de las indemnizaciones, y que firmó la rendición en 1945, no ha satisfecho las obligaciones económicas y morales que tiene pendientes con Grecia, país que ha sufrido una hecatombe económica y financiera entre 2010 y 2013 y que tiene pendiente el cobro de más de 163.000 millones de dólares en concepto de daños de guerra y de otros 332.000 millones estimados como reparaciones por la devastación del territorio heleno durante la Segunda Guerra Mundial (Jaques Deplá). Incluidos un préstamo de 3.500 millones de dólares que Hitler obligo a asumir al gobierno griego con el pretexto de reconstruir las infraestructuras destruidas por la propia Wehrmacht.

Nueve veces ha solicitado Grecia el pago de las indemnizaciones a Alemania, nueve veces sin obtener resultado alguno y con el silencio cómplice del resto de la Europa desarrollada. La misma Europa que exige sacrificios sin límite a la población helena y que no cede en sus exigencias respecto a los plazos de devolución de la deuda.

 ¡¡Que ironía por parte de los acreedores exigir a Grecia el escrupuloso cumplimiento de los compromisos crediticios en 2010, el mismo año que los alemanes liquidan la deuda de la Primera Guerra Mundial, 92 años después de la firma del Tratado de Versalles y tras todo tipo de dilaciones, aplazamientos y condonaciones!! 

¿Dónde estaría la Alemania de 1950 si el resto de países de su entorno político y geográfico hubieran tomado posiciones intransigentes y egoístas similares a las que la UE (léase Alemania) exhibe actualmente ante la Europa deudora?"          (Guillermo Garoz López   , Ssociólogos, septiembre 30, 2014)

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