"Existen indicios de que la deuda griega es en parte ilegítima, por lo que se discute la legitimidad de su pago a sus acreedores.
El pasado martes 17 de marzo la presidenta del Parlamento griego, Zoe
Konstantopoulou, anunció la creación de una comisión internacional que
llevará a cabo una auditoría de la deuda pública. Esta comisión será
dirigida por el politólogo belga Éric Toussaint, portavoz del Comité por
la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM). (...)
Sobran motivos para que esta auditoría sea indispensable. Éric Toussaint nos describió con detalle recientemente en Público los argumentos para realizarla. (...)
Han sido violados numerosos tratados y convenciones internacionales
sobre derechos humanos y derechos fundamentales, tales como el derecho a
la sanidad, a la educación, a la vivienda, a la seguridad social, a un
salario justo, pero también a la libertad de asociación y a la
negociación colectiva. Todo esto podía ser evitado.
Informes jurídicos y académicos diversos confirman que la
responsabilidad legal de la Troika en la violación de los derechos de la
población griega es total, puesto que está implicada en todos los
niveles de la elaboración y aplicación de los acuerdos.
Grecia estaba
bajo la tutela de sus acreedores y sin ningún margen de maniobra ni
soberanía. Otros casos a analizar en profundidad serán la deuda
contraída durante la dictadura de los coroneles; el escándalo de los
sobrecostes de los Juegos Olímpicos de 2004 o el coste de los submarinos
alemanes defectuosos. Los contratos firmados con Siemens tienen
especial importancia.
La multinacional alemana es acusada —tanto por la
justicia alemana como por la griega— de haber pagado comisiones y otros
sobornos al personal político, militar y administrativo griego por cerca
de 1.000 millones de euros. Goldman Sachs, el banco estadounidense,
está acusado de maquillar las cuentas de Grecia, y del impacto que eso
supuso sobre la deuda.
La comisión de auditoría tiene el reto de analizar y definir de forma integral estas ilegalidades. (...)
Pero más allá de esto, como apunta Zoe Konstantopoulou, es importante
que haya implicación internacional en el proceso y, por tanto, que la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda
esté presente en un proceso de tal importancia política juega a favor
de esta conexión entre pueblos.
Debemos aprender del proceso para poder
contribuir a reproducirlo en un futuro próximo en todo el sur de Europa
y, muy en particular, en el Estado español, creando redes de personas
que nos permitan una alianza más fuerte entre los pueblos.
Queremos
aportar la experiencia de la PACD basada en el empoderamiento y la
participación ciudadana en el proceso de auditoría, basándonos en
experiencias como los Observatorios Ciudadanos Municipales, proyecto que
ya funciona en algunos municipios griegos y que podría servir de
plataforma de participación en este proceso.
Debemos, a su vez, mantener a la población del Estado informada de
primera mano, cosa que le debería permitir visibilizar el hecho de que
este es un asunto en el que nos jugamos la democracia y la libertad en
Europa; y que, por tanto, es necesario demandar a los políticos que
gobiernan o vayan a gobernar en las diferentes administraciones del
Estado que se enfrenten al status quo financiero sin
ambigüedades e inicien procesos parecidos con el objetivo de perseguir
la democracia real, más allá de la encorsetada en el ámbito de las
competencias cada vez más limitadas de estas administraciones. (...)" (Sergi Cutillas, Miembro de la PACD, del ODG e invitado a la comisión de la auditoría griega, Público, 22/03/2015)
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