"(...) En los enfrentamientos que Grecia está teniendo con Berlín y
Bruselas, los Gobiernos de España y Portugal deberían haberse puesto del
lado del país heleno. Era su bando, el de los deudores, el que convenía
a los intereses de sus respectivas naciones. Han preferido, por el
contrario, situarse junto a los halcones.
En la Unión Monetaria, los países del Sur han estado, en general,
descolocados. Cada uno de ellos ha pretendido que no se le compare con
el resto, salirse del grupo. Afirman que son distintos y que no están en
la misma situación que los otros.
Esa ha sido la gran baza de Alemania,
no encontrar un frente unido de oposición. Incluso los intereses de
Italia y Francia pasan por situarse en el bando de los deudores en
contra de Alemania, Austria, Finlandia, etc.
No es Grecia la que está
poniendo en peligro el euro, sino Alemania empecinada en mantener un 7%
de superávit en su balanza por cuenta corriente, situación insostenible
para el resto de países europeos, pero también para la economía mundial
en su conjunto.
El argumento empleado por el Gobierno del PP y sus adláteres,
señalando la deuda que Grecia tiene con España y arguyendo que por eso
el Gobierno tiene que cuidar del buen fin de esos recursos, es decir,
situando a nuestro país del lado de los acreedores, tiene poco
recorrido, y mucho menos cuando añaden que esos 26.000 millones de euros
serían de mucha utilidad para dedicarlos a gastos sociales en el
interior.
Y digo que tiene poco recorrido porque España jamás ha prestado a
Grecia esa cantidad. De los 26.000 millones solo el 6.659.48 millones,
que corresponden a la primera fase del rescate (años 2010 y 2011), son
préstamos directos al país heleno; el resto, unos 19.600 millones,
constituyen la participación española (12,7%) de los créditos concedidos
a Grecia (141.800 millones de euros) por el Fondo Europeo de Rescate
(ahora, Mecanismo Europeo de Estabilidad) y que esta entidad ha captado
de los inversores internacionales mediante la emisión de bonos avalados
por todos los países miembros, cada uno por la cuantía correspondiente
al porcentaje en que participa.
Nosotros jamás hemos entregado esa cantidad a Grecia, tan solo
participamos de un riesgo, el que Alemania con suma habilidad supo
trasladar de los bancos alemanes al resto de los países miembros.
Riesgo
que solo subsistirá mientras las reglas de juego sean las actuales y no
se cambien, por ejemplo, en una conferencia de deudores-acreedores en
la que se decida una solución global a toda la deuda generada por un mal
diseño y peor funcionamiento de la Unión Monetaria.
Recordemos que esta
fue la primera propuesta de Xipras, y a la que se deberían haber sumado
los Gobiernos de Portugal, Irlanda, España e incluso los de Italia y
Francia. Hace tiempo que todos esos países tendrían que haberse unido
para imponer a Alemania unas reglas de juego distintas de las existentes
en las que se compensasen las transferencias de recursos que
diariamente se hacen desde todos estos países a Alemania, vía los
mecanismos de mercado y cuya plasmación es ese excedente en su balanza
de pagos del 7% del PIB. (...)" (Juan Francisco Martín Seco, República.com, 23/03/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario