16.4.15

El Estado podría garantizar el trabajo, con un salario mínimo que permita cubrir los costes de vida de las personas

"(...) Atkinson identifica sin tapujos a los culpables. La globalización, en la que los más ricos pueden escoger y elegir fácilmente las naciones más favorables a sus cuentas bancarias; el rápido cambio tecnológico, que ha despojado de puestos de trabajo seguros a millones de trabajadores de ingresos medios; la financiarización de la economía, con una expansión brutal de un sector financiero rapaz; el debilitamiento programado de los sindicatos, que constituían un contrapeso formidable a la riqueza sorbida por los más ricos; y la erosión de la redistribución basada en una tributación progresiva

¡Qué tropa quienes llaman a todo esto, reformas estructurales!

Algunas de las propuestas de Atkinson constituyen una auténtica herejía en una era como la nuestra. Sugiere elevar el tipo marginal máximo del impuesto sobre la renta personal al 65%, pero con grandes exenciones a las rentas procedentes del trabajo. 

Con profunda ironía, critica cínicamente a todos esos estudios Lafferianos que afirman que dicha subida sería muy contraproducente para la recaudación de los ingresos. Exige a su vez políticas inteligentes que permitan implementar una represión adecuada frente a la evasión fiscal

 Propone conceder a todos los ciudadanos un pago en herencia mínimo cuando alcancen la edad adulta, financiado por un impuesto del 2% sobre la riqueza personal. 

Con la vuelta a la precariedad laboral, el Estado podría garantizar el trabajo, con un salario mínimo que en realidad permita cubrir los costes de vida de las personas. A su vez reclama un salario máximo en las empresas que ponga fin a la política retributiva de ciertos consejos de administración de numerosas empresas que se autoimponen el pago de salarios y bonus ilimitados, mientras que sus trabajadores languidecen en salarios de pobreza.

Necesitamos una nueva forma de pensar. La riqueza de la nación no es el producto de la genialidad de unos pocos empresarios astutos. Se trata de un esfuerzo colectivo, el producto del trabajo de millones de personas y el apoyo del Estado

 El Estado construye y mantiene la infraestructura, financia la investigación, educa a la nación, protege la propiedad... Por lo tanto, no se puede permitir que una gran parte de nuestra riqueza producida colectivamente quede encerrada en unas pocas cuentas bancarias.(...)"                 (Juan La borda, Vox Populi, 11/04/2015)

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