23.7.15

El mecanismo de la deuda griega es un 'montaje Ponzi'

"El nuevo «plan de ayuda» endeudará todavía más a Grecia sin permitirle salir de del bache. Solo tiene la misión de tapar lo que los dirigentes europeos ocultan sobre la deuda.  (...)

Lo que señala el FMI (está convencido desde hace mucho tiempo) es que sin un trabajo serio sobre la carga de la deuda pública griega no puede haber un acuerdo razonable. (...)

¿Quién bloquea la reestructuración de la deuda? 

Si examinamos el desarrollo de las negociaciones, caemos en la cuenta de que en realidad los que la bloquean no son Grecia o el FMI, que precisamente piden un acuerdo global que incluya esa tarea. 

El bloqueo viene únicamente de los socios, los países de la zona euro, que rechazan cualquier discusión sobre el montante de las deudas griegas. Son ellos los que obligaron al FMI a endurecer su posición y a exigir garantías previas del reembolso de una deuda delirante (...)

La moral para ocultar un «montaje Ponzi»  

(...) Ahora Grecia se endeudará con el MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad) para reembolsar las deudas que debe a «su» Banco Central y al FMI. Con el informe del FMI, este es el absurdo nuevo «plan de ayuda» a Grecia que se ve claramente.

 No es necesario pensar mucho para entenderlo, este tercer plan incluye terriblemente los dos anteriores: pretende financiar ese montaje tipo Ponzi con medidas de austeridad que con toda seguridad garantizan el crecimiento de la deuda griega y la incapacidad futura de reembolsar dicha deuda. Inevitablemente habrá que proponer un cuarto plan que augurará el quinto… (...)

El objetivo real de los acreedores: ocultar sus mentiras  

Así pues no es Grecia la que se salvó el lunes 13 de julio, sino los tejemanejes de los dirigentes europeos que para salvar la cara, para no reconocer sus errores ante el electorado, están dispuestos a poner a un país de la zona euro en una situación social, económica y política desastrosa. 

El error de Alexis Tsipras fue creer que podía conseguir un «acuerdo favorable para ambas partes», como insistió durante cinco meses. Pero el objetivo de los acreedores no es llegar a un acuerdo, se trata de disimular su elección de crear un monstruo financiero, a partir de 2010, detrás de un discurso moral para no asumir la consecuencia lógica: renunciar a parte de la deuda griega. Irrealidad y populismo: esas dos críticas que tanto se han aplicado a Alexis Tsipras en realidad deberían aplicase a sus acreedores. 

Cargar con el pago a las próximas generaciones 

Los dirigentes de la zona euro son como esos «grandes mentirosos» que se crean vidas paralelas y continuamente tienen que añadir nuevas mentiras a las viejas para mantener la coherencia de una vida que, a lo largo del tiempo, cada vez se vuelve más insoportable. Esos asuntos siempre terminan mal porque el castillo de naipes acaba cayendo. 

En el caso griego, de una forma u otra, inevitablemente habrá que anular las deudas. Si los acreedores se niegan, los griegos declararán el impago unilateralmente. Entonces la irresponsabilidad de los dirigentes de la zona euro estallará con claridad porque sus «planes» de continuidad solo conseguirán aumentar la factura. 

Mientras tanto todo va pasando como si dichos dirigentes solo persiguieran un objetivo: cargar la responsabilidad de ese momento inevitable a sus sucesores y el lastre de sus consecuencias a las generaciones futuras. Estas son las lecciones morales de esos dirigentes inconscientes. 

Una ocasión perdida  

Decididamente, durante el primer semestre de 2015, la zona euro perdió una oportunidad única. Desde el primer momento Yanis Varufakis, el ministro griego de Finanzas, proclamó que «no quería el dinero de los acreedores». Su objetivo entonces era abrir un verdadero debate sobre la deuda con el fin de que Grecia solo devolviera lo que debía devolver. 

 Se comprende bien el odio que suscitó, lo que pretendía era sacar a la luz el inmenso rechazo que provoca la deuda y que se trata de ocultar a cualquier precio. La ocasión de acabar con esa lógica se ha perdido. Al final, los griegos y todos los europeos lo pagarán muy caro."                   

(Romaric Godin , La Tribune, en Rebelión, 23/07/2015, Traducido del francés para Rebelión por Caty R.)

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