23.7.15

El sur de Europa subsidia a Alemania

"Llevamos unas cuantas semanas absolutamente electrizantes, apasionantes, llenas de un intenso debate. Nos referimos a Grecia, nos referimos a la austeridad, nos referimos al problema de la deuda occidental, nos referimos a la situación de la banca, nos referimos a la solidaridad europea, nos referimos a Alemania, nos referimos a la geopolítica, nos referimos al concepto de democracia. Sin embargo, para poder participar, opinar, discutir, hay que emigrar, leer prensa inglesa, francesa, o estadounidense.(...)

  El problema es mucho peor, una democracia de muy baja calidad, donde unas élites políticas y económicas hace tiempo que secuestraron a nuestra querida España. (...)

 Por si acaso, desde “The New York Times se les recuerda a los teutones ciertas lecciones de historia: Germans Forget Postwar History Lesson on Debt Relief in Greece Crisis, algo así como “en la crisis griega, los alemanes olvidan la lección de historia de la posguerra sobre el alivio de la deuda”. Nos referimos a la reestructuración de la deuda alemana en el acuerdo de Londres de 1953

 Siendo sinceros, en cambio, nunca se cuentan las razones reales del acuerdo de Londres. Si Estados Unidos y Rusia no hubieran estado enfrentadas; si Alemania no hubiera estado dividida; si los Estados Unidos no hubieran querido mostrar el éxito del libre mercado y la democracia de la Alemania del Oeste; y si no hubieran existido tantos lazos de unión, cooperación y complicidad entre los banqueros de Wall Street y sus parientes alemanes con el detestable régimen nazi, el acuerdo de Londres no se hubiera realizado. (...)

Pero el drama griego tiene un componente más pasional. Grecia es el último campo de batalla en la guerra de la élite financiera contra la democracia. Grecia puede entrar en bancarrota, pero la Troika ya está políticamente en quiebra. Aquellos que persiguen a la nación helena, ejercen poderes no democráticos ilegítimos, defendiendo los intereses de clase que ahora tanto nos afligen  (...)

En este sentido, el aplastamiento de la elección política tomada por los griegos es un componente necesario para el sistema dominante. El neoliberalismo es intrínsecamente incompatible con la democracia, ya que la gente, al final, siempre se rebela contra la austeridad, y la tiranía fiscal acaba prescribiendo.

 La razón es muy sencilla, el verdadero camino a la servidumbre consiste en desinvertir en democracia en nombre de la élite (echen una ojeada a los cinco personajes que la Troika había puesto a negociar: Tusk, Juncker, Schulz, Dijsselbloem y Draghi).  (...)

Alemania a fecha de hoy sigue sin querer reducir sus superávits por cuenta corriente mediante políticas que faciliten un mayor consumo de sus familias. Tampoco quiere asumir las consecuencias del riesgo precio de las inversiones de sus bancos. 

Éstos canalizaron el ahorro de los alemanes hacia actividades y activos sin llevar a cabo el correspondiente análisis de riesgos, obligando a españoles e irlandeses, por ejemplo, a rescatarles mediante la socialización de las pérdidas bancarias. 

Y encima, para rematar, Alemania sigue sin asumir una unión fiscal que implicaría un proceso de mutualización de las deudas dentro de Europa y la imposición en los mecanismos de resolución en los rescates bancarios a costa de acreedores y no de contribuyentes. 

Por eso, el euro, en definitiva, y frente a lo generalmente asumido, puede que en realidad haya supuesto, al final, un subsidio del sur de Europa a Alemania, al transformarse en una mera relación acreedor-deudor."               (Juan Laborda, Vox populi, 08/07/2015)

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