29.7.15

Solo hay un crecimiento económico financiado con más deuda total y externa que no se canaliza hacia nuevas inversiones productivas

"(...) España se encuentra inmersa en una recesión de balances. Los últimos datos positivos del PIB solo reflejan una huida hacia del actual ejecutivo, aprovechando la propensión al riesgo de los mercados y las ayudas del Banco Central Europeo.

 La idea es muy sencilla, solo hay un crecimiento económico financiado con más deuda total y externa, pero que no se canaliza hacia nuevas inversiones productivas que nos permitan garantizar un mayor crecimiento nominal futuro, y de esta manera repagar la deuda sin problemas.

En este contexto, si aumenta la aversión al riesgo y no crece el crecimiento nominal, porque no hay inversión productiva adicional, nuestra deuda sería insostenible. En el año 2015, la carga financiera de la deuda como porcentaje del PIB sigue siendo superior al crecimiento nominal previsto, es decir, de sostenibilidad nada de nada. De esto, los “mass media” patrios, ni idea.

Deuda y más deuda

Por lo tanto, cualquier análisis de la economía española debería partir de un diagnóstico claro. España, como otras economías occidentales, está altamente endeudada y si no crece nominalmente de manera estable en el tiempo se activará un ciclo vicioso: crisis de deuda soberana, recesión de balances privados, crisis de deuda externa, crisis bancaria y crisis de la Seguridad Social. 

Por eso, lo inmediato es ser conscientes del problema, y, por lo que se puede ver en la prensa patria, de esto, ni pío. Y ello es muy grave, porque cualquier cambio de modelo productivo requiere tiempo y realmente no disponemos de él. (...) 

La explosión del volumen de deuda española en el período de expansión económica previo al pinchazo de la burbuja tecnológica, 2002-2007, se debió en su totalidad al incremento de la deuda privada. En dicho período el volumen de deuda total pasó de los 1,6 billones de euros (213,1% del PIB) a finales de 2002 a los 3,7 billones de euros (338,8% del PIB) de finales de 2007. Sin embargo, el volumen de deuda pública disminuyó en términos absolutos y en relación al PIB. (...)

El problema es que en el período 2008-2014 continuó incrementándose la deuda, y lo que empezó siendo una brutal crisis de deuda privada, acabó incrementando y transformándose, como ya hemos comentado hasta la saciedad, en deuda soberana. Una de las razones fue el rescate de pérdidas privadas, especialmente bancarias, pero no solo, con dinero público

Desde el cierre de 2008 el volumen de deuda de las administraciones públicas sobre PIB ha aumentado más de 90 puntos porcentuales, produciéndose la mayor aceleración en los gobiernos de Rajoy “el austero”. Resumiendo, el volumen total de deuda en la actual crisis sistémica, no solo no ha disminuido sino que ha aumentado. Si en 2008 se situaba en 3,9 billones de euros ahora está alrededor de los 4,3 billones. (...)

Pero con ese dinero ni el gobierno ni las empresas están modernizando el aparato productivo, véase la evolución de disponibilidades de bienes de equipo. Simplemente financian consumo público y privado; así como el pago de dividendos, remuneraciones de ejecutivos y la recompra de acciones

Por lo tanto, si aumenta la aversión al riesgo, en un contexto donde no está garantizado un crecimiento nominal sostenible en el tiempo, España entraría en un círculo vicioso: crisis de deuda soberana, crisis bancaria, crisis de deuda externa, crisis de Seguridad Social, y reactivación de la recesión de balances privados. Pero de todo ello, ni una palabra, ¿verdad? Pero eso sí, de Grecia creen saberlo todo. ¡Porca miseria!"           (Juan Laborda, 04/07/2015)

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