"(...) Esta crisis no puede ser resuelta por
los economistas que conforman el Eurogrupo. Su estrecha mirada es solo
un discurso religioso que fomenta el castigo a los heterodoxos mientras
nos quiere hacer olvidar la evidencia: que como dijo Stiglitz “la UE no rescató a Grecia sino a los bancos alemanes” , lo mismo que reconocen los economistas del FMI cuando se les pregunta.
Cada
prestamo a Grecia no tenía otro fin que cambiar de acreedores sin
destinar un € a financiar las consecuencias del brutal ajuste. El dinero
cambiaba de manos mientras trasladaba los intereses a los griegos.
Lo que ocurre es que aquella operación
empieza a quedar muy lejana para los tiempos mediáticos. Los gobiernos
europeos que soportaron el 65% del rescate de los bancos alemanes y
franceses, vestido como rescate griego, pueden ya presentarse como
defensores de los intereses de sus contribuyentes españoles, alemanes,
portugueses… mientras acusan al pueblo griego de todos los despilfarros.
La apelación a la soberanía nacional por
Grecia suena a provocación y encuentra respuesta del mismo tenor en
otros socios. En la batalla de comunicación en que se ha convertido esta
crisis es fácil que cale la idea de un conflicto de intereses entre
estados soberanos o, peor aún, de ciudadanos de un país contra
ciudadanos de otro país.
Como resaltaba recientemente Habermas, en esta
Europa sometida al gobierno de los banqueros
nadie piensa en términos de ciudadanos europeos. Todos piensan en
términos nacionales y nadie en fortalecer la idea de una Europa
política. (...)
Parece que solo Dragui desea mantener
los hilos de la esperanza mientras se fragua una solución política. O
un cambalache que de otra patada para adelante. ¿Solo Dragui? ¿Alguien
está pensando en una solución a medio plazo para la UE?
Pues sí, al
menos uno, el odiado Varoufakis aprovecha sus tiempos muertos para
ofrecernos una salida estable y coherente que sirva para dar una salida a la crisis y permite superar el debate entre soberanía nacional y unión política.
La idea, en substancia, es simple:
propone mantener la autonomía de los estados nación pero
culminando/impulsando tres grandes programas europeos:
europeizar la
union bancaria,
europeizar las nuevas deudas que sean necesarias para
financiar un intenso programa de inversión productiva gestionado por las
instituciones europeas y
europeizar un programa social de choque para
mitigar los efectos de la crisis.
Al transferir a la UE esas
responsabildades que caben dentro de los Tratados existentes, los países
podrían soportar presupuestos equilibrados sin dramatismo alguno. ¿Por
qué no?" (Ignacio Muro, Economistas frente a la crisis, 30/06/2015)
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