"No puede extrañar demasiado la dimisión de la señora Aguirre.
Estaba escrito en los astros. Ahora tocaba desestabilizar al PP. Será
solo el comienzo, vendrán más cosas y aún peores; con los poderes
económicos no se juega. Los que mandan, pues eso, mandan y les molesta
mucho que no se les obedezca.
Cuando se pone en juego su poder, sus
dineros y privilegios no dudan y reaccionan con mucha, muchísima dureza.
Aguirre es ‘orgánica’ del poder: sabe mucho, conoce demasiado y tiene
la inteligencia suficiente para entender que ahora hay que saltar, huir
de un barco que zozobra y que pueden hundir rápidamente. (...)
Lo que está pasando es claro: los que mandan llevan meses dando señales
claras que no están de acuerdo con ‘sus’ políticos, es decir, con el PP y
con el PSOE. Ciudadanos fue la primera señal de que la cosa iba en
serio y que no había margen ya para maniobras palaciegas. No, es el
régimen lo que está en juego y con esto no se juega. (...)
El PP lo tenía claro: esperar que el tiempo pase para convocar
elecciones generales y volverlas a ganar hundiendo a Ciudadanos y
profundizando en la decadencia del PSOE. Es más, se podría pensar que en
estas condiciones el gobierno de coalición sería factible, con un PSOE
debilitado y unos Ciudadanos situados en la marginalidad.
Los poderes
nunca han estado de acuerdo con esta política defendida por Rajoy,
nunca. La razón precisa: no pueden consentir que Podemos se convierta
en el partido mayoritario de la oposición, todo menos eso. Cuando se
dice todo es todo y se pusieron a trabajar con mucha diligencia y
firmeza. (...)
Hay que reconocer que lo están haciendo bien. Pedro Sánchez juega
a la equidistancia entre Ciudadanos y Podemos. El método, como casi
siempre, determina el contenido. Lo que está haciendo el PSOE es simple:
negociar con los poderes, con los que mandan, a través y por intermedio
de los suyos más próximos, de sus intelectuales orgánicos:
Ciudadanos-FEDEA.
Después, hacerle una oferta a Podemos que no pueda
rechazar: o nosotros o la derecha; o nosotros o la pinza. Anguita
en el horizonte, con IU, ahora, paradojas de la vida, de aliado
ocasional. Todo lo demás es ya conocido.
¿Era posible otro método? Claro
que sí: una negociación en serio entre PSOE-Podemos; encontrar un
‘núcleo duro’ de acuerdos y desde ahí negociar una alternativa al
neoliberalismo dominante. Nada de nada: pactar con los poderes y luego a
chantajear a Podemos. (...)
Lo que viene ahora es la dimisión de Rajoy y el final del PP que
conocemos. Objetivo: dejar gobernar a Pedro Sánchez, acompañar a
Ciudadanos y, sobre todo, demoler a Podemos. (...)" (Manolo Monereo , Cuarto Poder, en Rebelión, 17/02/16)
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