21.3.16

Es falso que haya un exceso de capacidad. Solo hay una sobrecapacidad brutal en el sector bancario y financiero global

"(...) La ortodoxia dominante lleva décadas ofreciendo una serie de recetas económicas basadas en diagnósticos erróneos sobre qué, cómo y por qué se mueve la economía. No entienden ni el papel de la deuda privada, ni del dinero. 

Sus aproximaciones a las motivaciones que explican el comportamiento de los consumidores y de las empresas son tremendamente simplistas. Sus análisis sobre el ahorro y la inversión, sobre la producción y la demanda, discutibles, sino falsos. La flexibilidad de precios y salarios que sus huestes defienden, profundamente desestabilizadoras. 

Sus modelos sobre cómo se forman los beneficios empresariales y qué determina la inversión productiva, erróneos. La eficiencia de los mercados y el dogma de las expectativas racionales, armas de destrucción masiva. Y así un largo etcétera. Como corolario, las políticas económicas implementadas, un fracaso.

Sustrato ideológico e intereses de clase

Pero hay algo que se nos escapa. ¿Tanta incompetencia económica es perdurable en el tiempo? La respuesta es sí, si con ello se favorece de manera permanente a la clase dominante, a los más ricos, a los intereses corporativos, facilitando la mayor concentración de poder económico y político desde la Segunda Guerra Mundial. 

Para ello cuentan sin duda con unos medios de comunicación cada vez más concentrados y aduladores; y con una maquinaria de propaganda institucionalizada a través de grupos de reflexión y fundaciones conservadoras generosamente financiadas.  (...)

Desde que iniciamos este blog hemos explicado hasta la saciedad las razones de fondo subyacentes en la mezcla de política económica elegida para afrontar la crisis sistémica. Por un lado, la expansión monetaria sólo ha servido para proteger la riqueza de las élites. 

Por otro, la austeridad garantizaba la disponibilidad de fondos públicos para rescatar a terceros, bancos básicamente; mientras, con la devaluación salarial se implementaba el enésimo apretón de tuerca al factor trabajo. 

Pero como el manual da cabecera de la superclase estaba lleno de falsedades, erratas y demás inmundicias, se está produciendo lo contrario a lo esperado. Hay más deuda, la banca está mal capitalizada, la inversión productiva no llega, la pobreza y la desigualdad se dispara. 

En el camino, la enésima burbuja en los mercados por obra y gracia de los Bancos Centrales. Y lo que mal empieza, mal acaba. Los mercados financieros colapsan, los balances bancarios se hacen insostenibles, los salarios se hunden, la demanda agregada y el comercio mundial se contraen, y la Segunda Fase de la Gran Recesión a las puertas.

Permítanme dos comentarios finales. Es falso que haya un exceso de capacidad. Solo hay una sobrecapacidad brutal en el sector bancario y financiero global. Lo que ocurre es que la demanda agregada está cayendo –salarios bajos, ventas menores, descensos de beneficios, deuda excesiva,…- 

Y en el origen de todo ello, el papel que desempeñan las finanzas en la promoción del capital productivo. El sistema financiero evolucionó desde uno en el que predominaban los bancos comerciales fuertemente regulados a otro, el actual, en el que los mercados financieros se colocaron en el centro del sistema.

 Como consecuencia, el sistema financiero creció rápidamente en relación al sector no financiero. En lugar de financiar el desarrollo y promoción de capital productivo en la economía, se estaba financiando asimismo. 

Si aplicamos una definición amplia respecto al capital productivo, incluyendo avances tecnológicos, el aumento de la productividad del trabajo, las infraestructuras públicas y privadas, las innovaciones, y el avance del conocimiento humano, la tasa de crecimiento del capital productivo se ha ralentizado. Sin embargo, ha habido una explosión de la innovación financiera e inversiones especulativas como jamás se había visto antes. (...)

Como afirmó en su momento Richard Koo “hubo un período en la profesión económica, desde finales de los 80 hasta principios de los 2000, donde muchos académicos notables intentaron reescribir la historia argumentando que fue la política monetaria y no la fiscal la que permitió a los Estados Unidos salir de la Gran Depresión. 

Para ello utilizaron el argumento de que la oferta monetaria se incrementó significativamente desde 1933 a 1936. Sin embargo, ninguno de estos académicos se tomó la molestia de mirar que ocurrió en el lado de los activos de los balances bancarios”. Y de esos barros, estos lodos: burbujas, deuda, crisis bancaria, contracción del comercio, caída de la demanda agregada, pobreza… ¡Pura distopía!"                      (Juan Laborda, Vox Populi, 13/02/16)

No hay comentarios: