"(...) Como explica Marco Antonio Moreno, nueve años después las bolsas bajan y
los estados petroleros pasan apuros por el descenso del precio del
crudo, mientras “la recesión mundial, que ya está aquí, provoca miles de
despidos de trabajadores de banca en Alemania, la Eurozona no levanta
cabeza, Grecia moribunda, Francia enferma, Alemania afectada y España
débil”. Más un desempleo que no cesa o deviene trabajo precario muy mal
pagado.
Algo va mal cuando la ONU, Banco Mundial y FMI coinciden en que se ha frenado la economía. (...)
Joaquín Estefanía describe con acierto el momento económico actual como “coqueteo con otra gran recesión” porque, insiste el periodista, “la
economía mundial reduce aceleradamente su ritmo de crecimiento y los
pocos organismos globales de gobernación miran hacia otro lado. Como si
otra gran recesión no fuera posible. Y posible es, bien porque se
reactive la crisis nunca resuelta de 2007, bien porque estalle otra de
burbujas de activos y, sobre todo, la enorme burbuja de la deuda. Deuda
pública y privada mundial que ya es casi el 300% del PIB global”. (...)
Que los organismos globales de gobernación nada hacen lo demuestra el G20. (...) ¿Qué ha hecho el G20? Recurrir a las máquinas de imprimir billetes y
mantener tipos de interés bajos por medio de los bancos centrales. Pero
no parecen políticas eficaces cuando el crecimiento mundial es menor que
al empezar la crisis en 2007. (...)
Afrontar el desaguisado económico no es trabajo de bancos centrales.
Exige decisiones y actuaciones políticas. Como poner en marcha un cambio
de fiscalidad y acabar con las fiscalidades regresivas perpetradas en
los ochenta, mantenidas y aumentadas para favorecer a una minoría muy
reducida que acumula riqueza de modo obsceno y peligroso, además de
poner cerco a los nefastos paraísos fiscales.
Y decidirse de una
vez a regular y controlar las transacciones financieras contra la
desaforada especulación con deuda, seguros, inmuebles… Pues
desregulación y ausencia de control hacen imposible superar la crisis y
que pueda haber otra recesión.
Permitir que banca comercial y de
inversión se unieran hace unos años, además de suprimir cualquier
control de compra y venta de activos futuros y derivados, dejó la puerta
abierta de par en par a la más desaforada y destructiva especulación
financiera. Y de aquellos polvos, estos lodos. O cambiamos algunos
principios y reglas de juego, se va abandonando el neoliberalismo, o
esto no hay quien lo arregle. Lo demás son paños calientes, marear la
perdiz o tomar el pelo." (Xavier Caño Tamayo, Attac , en Jaque al neoliberalismo, 23/04/16)
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