"GreenPeace
reveló el lunes documentos de las negociaciones comerciales entre
Estados Unidos y la UE, que podrían complicar aún más un acuerdo
denunciado por poner los intereses corporativos por encima de los
sanitarios o medioambientales.
Según el documento filtrado por
GreenPeace, Washington trata de modificar el proceso legislativo de la
UE en los asuntos más polémicos, relacionados con el medio ambiente y la
salud. Estados Unidos persigue reducir los estándares de la regulación
europea y la industria de los cosméticos y el uso de pesticidas en la
agroindustria son dos de los ejemplos más evidentes. (...)
Según se desprende de los documentos filtrados
–que corresponden a la mitad del borrador del texto de la ronda 13 de
las negociaciones que tuvo lugar entre el 25 y el 29 de abril de 2016 en
Nueva York–, el objetivo de EEUU sería el de cambiar las normativas
europeas y los procesos legislativos de la UE para rebajar los niveles
de exigencia que protegen a los usuarios y los consumidores en materias
como la salud o el medio ambiente.
“Estos textos dan la razón a quienes han mostrado
fuertes objeciones y a las organizaciones de la sociedad civil que han
expresado que el TTIP supone una enorme transferencia de poder
democrático hacia las grandes corporaciones”, afirma Soto.
Se trata de 248 páginas organizadas en 13 capítulos consolidados sobre el TTIP
más una nota titulada “Estado táctico de las negociaciones TTIP – marzo
de 2016”, que supondrían tres cuartos de los textos consolidados
existentes, ya que la Comisión Europea afirmó tener ya 17 textos
consolidados. Los textos consolidados son aquellos en los que EEUU y la
Unión Europea tienen ya acuerdos, estos 13 capítulos ofrecen por primera
vez púbicamente la posición de Estados Unidos. (...)
Las
primeras conclusiones que se pueden extraer de los documentos en
materia de protección del medio ambiente y de los consumidores, según
Greenpeace, son las siguientes:
Las políticas de protección ambiental parecen haber sido eliminadas
“Ninguno de los capítulos que hemos visto hacen referencia a la regla de
Excepciones Generales. Esta regla consagrada en el acuerdo del GATT de
la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace casi 70 años permite a
los estados regular las reglas de comercio ‘para proteger a los seres
humanos, la vida animal y vegetal o la salud’ o para ‘la conservación de
los recursos naturales no renovables’.
La omisión de esta regla sugiere
que ambas partes están creando un acuerdo que sitúa los beneficios
económicos por encima de la vida, la salud y el medio ambiente.”
El final del Principio de Precaución
“El principio de precaución, consagrado en el Tratado de la UE, no se
menciona en el capítulo sobre Cooperación Regulatoria, ni en ningún otro
de los 12 capítulos obtenidos. Sin embargo, sí se cita en varios
capítulos la demanda de la delegación estadounidense de trabajar en un
enfoque ‘basado en el riesgo’ que tiene como objetivo la gestión de
sustancias peligrosas, en lugar de evitarlas.
Este enfoque socava la
capacidad de los reguladores de tomar medidas preventivas, por ejemplo
en relación con la toxicidad de sustancias químicas como los disruptores
endocrinos”.
Se abre la puerta a un mayor poder de las corporaciones
“Al mismo tiempo que las propuestas amenazan el medio ambiente y la
protección de los consumidores, las grandes empresas han conseguido lo
que querían. El sector empresarial tiene oportunidades para participar
en la toma de decisiones para intervenir en las primeras fases del
proceso de toma de decisiones”.
“Mientras que la sociedad civil ha tenido un acceso escaso a las
negociaciones, los documentos muestran muchos casos en los que la
industria ha sido consultada y ha tenido un papel privilegiado en el
proceso de toma de decisiones. Los documentos filtrados indican que la
opacidad de la UE es debida a la influencia de los intereses de los
poderes de la industria.
En un informe público de la Unión Europea
recientemente publicado se menciona una sola vez las aportaciones de los
sectores industriales, mientras que los documentos filtrados hablan en
repetidas ocasiones sobre la necesidad de nuevas consultas con la
industria y mencionan explícitamente que se han recogido en los textos
las aportaciones de estos sectores”. (...)
“¿Debemos
actuar cuando tenemos la certeza de que nuestra salud y bienestar están
en riesgo o debemos esperar a que daño esté hecho? ¿Nuestros gobiernos
eran sinceros en la Cumbre del Clima de Paris cuando dijeron que harían
lo necesario para proteger el planeta y mantener el ascenso de
temperatura por debajo de 1,5 grados?”, se pregunta Miguel Ángel Soto,
quien defiende que la protección ambiental no debe verse como una
barrera al comercio, sino como un salvavidas para nuestra salud y la
salud de las generaciones futuras. " (Jaque al neoliberalismo, 02/05/016)
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