"McCoy es uno de los analistas económicos más brillantes y mejor informados de España. Sus artículos en El Confidencial,
se esté o no de acuerdo con todo lo que afirma, suelen ser rigurosos y
siempre útiles, con claves fundamentales para entender lo que sucede en
la economía española.
Pero, como le suele pasar a quienes tienen
servidumbres concretas con el sistema económico y financiero, cuando se
pone de por medio Podemos y la posibilidad de que cambien algunas cosas
importantes en España pierde la mesura y hasta la educación. Le salta el
chip y no sabe sino recurrir al insulto y a la zafiedad, sin temor a
mentir y a decir simplezas con tal de atacar como un lobo hambriento a
Podemos. (...)
Como prueba de lo que digo, McCoy acaba de escribir un artículo titulado Podemos enloquece: no a los planes privados de pensiones que está lleno de mentiras y que oculta lo que de verdad hay detrás de la cuestión que se debate.
El asunto viene porque en el programa de
la coalición Unidos Podemos se propone “la eliminación de los beneficios
fiscales para la previsión complementaria individual, como en el caso
de los planes de pensiones privados” .
El propio McCoy dice que “No se entiende muy bien el porqué de esta
medida”. Y como no la entiende ya dice que Podemos ha enloquecido. (...)
1. Miente McCoy cuando achaca solo a Podemos e Izquierda Unida la
propuesta porque la hacen una gran cantidad de expertos, mucho de ellos
en las antípodas ideológicas de esos partidos. Uno de los autores de un
estudio reciente del IESE sobre los fondos privados decía: “para
que el partícipe no obtenga buenas rentabilidades y sea desplumado a
comisiones no es preciso otorgar incentivos fiscales a estos
instrumentos”. E incluso lo ha propuesto la propia Unión Europea, quien afirmó que “La desgravación fiscal de las contribuciones a planes de pensiones tiene efectos regresivos y falsea la composición del ahorro”.
2. Miente McCoy cuando dice que no son los adinerados los que más se
benefician de esa ayuda fiscal. Esa desgravación, en contra de lo que
dice, es muy regresiva porque la ayuda aumenta a medida que aumenta el
salario: “Ahorrar con planes de pensiones solo es rentable para quien gane más de 60.000 euros anuales”, se decía en un artículo en El Economista nada sospechoso de izquierdismo.
3. Miente McCoy cuando dice que solo apoyando a los planes de ahorro
privados van a tener los cotizantes actuales un futuro mejor. Se trata
de una de las grandes mentiras financieras que utilizan los partidarios
de los fondos privados para defender los intereses de las entidades
financieras. Si dentro de 20 o 30 o 40 años no hay ahorro para las
pensiones públicas (por ejemplo, como dicen, porque las sociedades
habrán envejecido y no haya suficientes cotizantes) tampoco lo podrá
haber para las privadas. Eso es indefectiblemente así porque las
pensiones de cada momento se pagan con el ahorro que haya en ese momento
y si no hay ahorro para las públicas tampoco lo habrá para las
privadas.
4. Miente McCoy cuando dice que dinero del ahorro que la gente
deposita en planes privados está “inmovilizado para que el titular pueda
disfrutar de él cuando termine su vida laboral”. En realidad, está en
continuo movimiento porque las gestoras de esos fondos lo utilizan para
llevar a cabo inversiones. Y ese es el problema que no menciona McCoy
porque esas inversiones, casi siempre puramente especulativas, son
arriesgadísimas, muy peligrosas, de modo que continuamente provocan
quiebras y que los ahorradores (sobre todo los de menor aportación)
pierdan sus fondos.
5. Miente McCoy cuando dice que las pensiones públicas son las que se
van a convertir en impagables mientras que los planes de ahorro privado
aseguran la pensión futura. La historia ha demostrado que los fondos
privados son los que más han quebrado y que millones de personas en todo
el mundo han perdido sus ahorros.
6. Miente también McCoy porque no menciona que la única rentabilidad
que proporcionan esos fondos es la que proviene de la desgravación
fiscal. Como señala el informe del IESE que he mencionado arriba, la
rentabilidad media de los fondos de pensiones privados en España entre
2008 y 2012 fue negativa en términos reales (descontando la inflación), y
de los 257 fondos con al menos 15 años de historia, únicamente tres
lograron una rentabilidad media superior a los bonos del Estado a 15
años.
7. Miente McCoy cuando dice que “La sostenibilidad del sistema
público de pensiones está aritméticamente en duda”. El sistema público
de pensiones esta políticamente en duda, eso sí, pero multitud de
investigadores han demostrado, aritméticamente como él dice, que puede
ser perfectamente viable y que, en todo caso, si predominan las
circunstancias que sus críticos aducen para ponerlo en duda entonces
tampoco serán viables las pensiones privadas salvo, lógicamente, para
quienes sean suficientemente ricos como para ahorrar a lo largo de su
vida. Y, como hemos demostrado Vicenç Navarro y yo en nuestro libro Lo que tienes que saber para que no te roben la pensión,
da la casualidad de que, con el paso del tiempo, se ha podido comprobar
que quienes defienden aritméticamente la insostenibilidad de las
pensiones públicas se han equivocado siempre, siempre, siempre en sus
cálculos.
8. McCoy oculta la verdad cuando no dice que “la
mitad de los españoles no puede ahorrar más de 100 euros al mes” o que
“un 44% sufre para hacer frente a los pagos y tiene dificultades para
llegar a fin de mes”. Es decir, que nunca podrán generar los
suficientes fondos a lo largo de su vida para financiar una pensión
privada cuando ya no trabajen.
9. McCoy solo dice la verdad cuando él mismo reconoce al final de su
artículo que sus palabras son “palabra de patronal”. Efectivamente, su
artículo es la palabra de la patronal de las entidades financieras que
hacen el agosto a base de cobrar comisiones a los ahorradores, algo que
McCoy oculta.
En fin, McCoy se ha mostrado como uno más de esos liberales que
desprecian al Estado y a los impuestos pero que defiende que el Estado,
es decir, la inmensa mayoría de los españoles, sufrague un negocio
privado que despilfarra y que no tiene rentabilidad ni personal ni
social, salvo para quien lo gestiona.
Quien ha enloquecido no es Podemos ni Izquierda Unida, ni los
investigadores, ni la Unión Europea que también hacen la misma propuesta
que critica McCoy. Quien enloquece son periodistas e ideólogos como él
que, con tal de defender a los intereses de los más privilegiados, son
capaces de tirar a la basura la realidad de los hechos para atacar a
base de insultos a los compatriotas que no piensan como ellos." (Juan Torres López, 22/05/16)
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