"(...) BROWN: Michael, el titular de MarketWatch sobre este informe del
FMI dice: “Olvidaros del ‘demasiado grande’ para caer. La gran
preocupación son unos bancos demasiado débiles para sobrevivir”. Si los
grandes bancos casi tumbaron el sistema financiero mundial ¿por qué unos
bancos más débiles serian mejor para los consumidores?
HUDSON:
Se trata de bancos especializados que hacen lo que los bancos solían
hacer (antes de que el presidente Clinton suprimiera la ley
Glass-Steagall en 1999).
Los bancos pequeños que prestan a los
consumidores están bien. La mayoría de los bancos - con el Deutsche Bank
en la cumbre del espectro aquí - han decidido que no pueden continuar
haciendo préstamos dinerarios, así que van al segundo plan de negocio:
prestan dinero a los capitalistas de casino. Es decir, a gente que
quiere jugar con derivados.
Un derivado es una apuesta sobre si
una acción o un bono o un activo inmobiliario va a subir o a bajar. Hay
un ganador y un perdedor. Es como una apuesta hípica. Ocurre que el
mayor banco que ha prestado para este juego - no para la producción
real, no para la inversión, únicamente para especular- ha sido el
Deutsche Bank.
Los prestatarios tomaron prestado del Deutsche Bank para
jugar.
¿Cuál es la mejor apuesta del mundo en este momento? Es
apostar a que las acciones del Deutsche Bank van a bajar.
Los vendedores
al descubierto han tomado prestado de sus bancos para apostar a que las
acciones del Deutsche Bank van a bajar. Ahora se retuercen las manos
diciendo: "¡Oh! los especuladores nos están matando". Pero es el
Deutsche Bank y los demás bancos quienes están proporcionando el dinero a
los especuladores para apostar con crédito. (...)"
(Entrevista a Michael Hudson: "La Gran Recesión en realidad no ha terminado",Kim Brown , Sinpermiso, en Rebelión, 24/10/16)
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