19.10.16

Los beneficios económicos de emitir moneda digital a partir de un libro de contabilidad distribuido, como la del bitcoin, podría significar un aumento de hasta tres por ciento en la producción económica de un país

"Los programadores que crearon bitcóin se identifican con la ideología libertaria y sienten una profunda desconfianza hacia los bancos centrales y las monedas nacionales que estos emiten.


Sin embargo, es precisamente en los bancos centrales donde se han aplicado las medidas más ambiciosas para intentar aprovechar la tecnología que introdujo bitcóin.

Los funcionarios de los bancos centrales no desean que sus instituciones tengan o utilicen bitcoines. Más bien, esperan aplicar el método descentralizado de contabilidad que introdujo la empresa, conocido como cadena de bloques o libro de contabilidad distribuido, para completar y registrar operaciones en la economía real con más eficiencia, rapidez y transparencia.

Los bancos centrales que han actuado con más entusiasmo, entre los que se cuentan el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China, desean emitir sus monedas nacionales en algún tipo de libro de contabilidad distribuido, nombre acuñado a partir del concepto de varias partes que llevan registros de manera simultánea.

Las cadenas de bloques permiten que varios usuarios manejen una hoja de cálculo compartida que utiliza criptografía y los llamados mecanismos de consenso, los cuales ofrecen un medio para convenir en la hora cuando ocurre cada operación.

A los bancos centrales les interesa esta tecnología porque les permitiría rastrear cada libra o renminbi paso a paso a través del sistema financiero en tiempo real, lo cual es imposible actualmente. El objetivo es lograr que el sistema financiero sea más transparente, rápido, eficiente y seguro.

Si los bancos centrales lo consiguen, sería uno de los giros más importantes e inesperados en la nueva tecnología: un invento que pretendía destronar a los bancos centrales y hacer más difícil rastrear el dinero podría terminar por fortalecer a esos bancos centrales y hacer más fácil el rastreo del dinero.

El Banco de Inglaterra ha compartido varios artículos de investigación sobre el tema. Uno de ellos sugiere que los beneficios económicos de emitir moneda digital a partir de un libro de contabilidad distribuido podría significar un aumento de hasta tres por ciento en la producción económica de un país, gracias a la eficiencia que podría ofrecer.

Un gobernador adjunto del Banco Popular de China, Fan Yifei, escribió para Bloomberg View que “las condiciones son propicias para las monedas digitales, que pueden reducir los costos de operación, mejorar la eficiencia y hacer posible una amplia gama de aplicaciones nuevas”.

Por su parte, en un discurso dirigido el viernes, la gobernadora de la Reserva Federal que supervisa las nuevas tecnologías, Lael Brainard, declaró que esta tecnología podría transformar varios aspectos del sistema financiero.

“Estamos analizando con detenimiento la tecnología de libro de contabilidad distribuido, o cadena de bloques, pues reconocemos que podría representar el avance más significativo en muchos años en las áreas de pagos, compensación y liquidación”, afirmó Brainard.

Sin embargo, hasta los funcionarios más entusiasmados con estos experimentos calculan que se requerirán varios años para que cualquier banco central emita su propia moneda a través de un libro de contabilidad distribuido en directo. (...)


Los grandes bancos que regula la Reserva Federal la han obligado a actuar, pues muchos de ellos están haciendo experimentos con libros de contabilidad distribuidos como medio para liquidar operaciones comerciales, y registrar datos y transacciones. La semana pasada, JPMorgan Chase aseveró que lanzar al público este año su cadena de bloques “para empresas”.

La mayoría de las instituciones financieras y bancos centrales consideran libros de contabilidad distribuidos que se mantendrían en las computadoras de los principales actores del sistema financiero, incluido el banco central y las instituciones financieras de mayor talla.

En los modelos que se encuentran en discusión, cada usuario se comunica con los demás en cuanto se mueve dinero en el sistema, lo que permite que todos actualicen los libros en sus sistemas computacionales de manera simultánea. Así existirían múltiples respaldos en caso de que el banco central sufriera un ataque. En teoría, también permitiría completar operaciones mucho más rápido y sería más fácil detectar acciones delictivas."               (Nathaniel Popper , The New York Times.es, en Rebelión, 18/10/16)

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