"(...) El gobierno de España debe declarar su apoyo a México ante la
desmedida y burda agresividad -nunca vista en la diplomacia USA- del
presidente Donald Trump contra este país hermano -con el que nos une una
relación histórica- y contra nuestro querido pueblo mexicano.
Y
no debe de tardar el presidente Rajoy en posicionarse ante esta crisis,
que por otra parte le brinda a España la oportunidad de estrechar los
lazos con toda Latinoamérica (reforzando así las Cumbres
Iberoamericanas) al tiempo que si hace algo así, rompiendo su
inmovilismo habitual, a buen seguro que Rajoy conectará con el
sentimiento muy ampliamente mayoritario del pueblo español.
Además
si Rajoy rehúye esa declaración presidencial puede ser desbordado por
otra declaración ampliamente mayoritaria del Parlamento español, como
cabe esperar que así ocurra en una fecha próxima.
Naturalmente
criticar a Trump tiene sus riesgos vistos los modales que gasta el
mandatario USA pero eso dará más valor a la decisión española porque, a
través de las descalificaciones de Trump contra la UE y la OTAN, España
ya ha sido también agredida por este personaje que se declara favorable a
la tortura y al que los primeros dirigentes democráticos del mundo
deben de empezar a pararle los pies. (...)
España debe mantener una relación correcta y amistosa con los EE.UU pero
no puede callar ante esta agresión a México o cuando Trump anima a
otros países de la UE a seguir los pasos del Brexit británico para
destruir nuestro gran proyecto y realidad europea, de ahí el interés que
despierta la visita que la ‘premier’ británica Theresa May inicia hoy
en Washington. (...)
En cuanto a México hora es que España se ponga de su lado en este
trance, como lo van a hacer otros países latinoamericanos y europeos.
Como ocurrió cuando Obama restableció las relaciones diplomáticas con
Cuba, un histórico paso -que Trump puede destruir- y España quedó
rezagada y fue superada incluso por Francia.
Prudencia y firmeza
pues con Trump y mucha atención a sus movimientos en política exterior.
Esa debe ser la posición española y también la de la UE que está
asombrada y paralizada ante los continuos desafíos internacionales del
presidente de Estados Unidos que al grito de ¡América First! quiere
poner a todo el mundo entre su espada y la pared, o el muro en México y
puede que también y en fecha cercana en Jerusalén." (Pablo Sebastián, República.com, 26/01/17)
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