"Según indica la OCDE, España es uno de los países donde la calidad
del trabajo es más baja. Quienes más sufren la precariedad y los bajos
salarios son los sectores sociales que ya antes de 2008, cobraban bajos
salarios, tenían trabajos temporales y soportaban malas condiciones.
Lo
que ha sucedido es que esa realidad laboral anterior a la crisis se ha
ampliado e intensificado: entre 2008 y 2014 ha aumentado en medio millón
los trabajadores que cobran menos de 300 euros al mes alcanzando los
3,7 millones.
España sufre a día de hoy una incapacidad estructural para
sostener cuotas de empleo estable, por lo que únicamente puede crearse
un crecimiento endeble e incapaz de incluir socialmente.
Es la
propia Comisión Europea la que constata un desfase entre el crecimiento
macro de la economía y el crecimiento de la economía popular española,
advirtiendo que la creación de empleo no ha hecho disminuir la
desigualdad.
“Quien no trabaja no come” se solía decir; pero el problema
no es la ausencia de voluntad de la gente por hacer cosas y por
sentirse útil, lo grave es que muchos no pueden trabajar y algunos de
los que trabajan no pueden comer mucho: 6 millones de compatriotas no
obtienen al año unos ingresos laborales superiores al salario mínimo
interprofesional (SMI).
España es hoy un país sin futuro; un país
envejecido que se permite el lujo de expulsar en el último lustro a unos
700.000 jóvenes de entre 25 y 35 años; un país en el que nacerán para
2030 un 28% menos de niños. (...)" (Jorge Moruno, sociólogo, público, 17/01/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario