“Los nuevos datos de Oxfam son demoledores”. Con estas palabras se abre el último informe de Oxfam y esos datos a los que se refiere son, de verdad, estremecedores.
“Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la
misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la
humanidad.
La súper concentración de riqueza sigue
imparable. El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que
más tienen. El resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo y
especialmente los sectores más pobres, se están quedando al margen de la
reactivación de la economía.
El modelo económico y los principios que
rigen su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha
vuelto extrema, insostenible e injusta. Es hora de plantear una
alternativa.” (...)
“La
realidad es que España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea
donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis, y
donde esta ha seguido aumentando a pesar de los últimos años de
crecimiento económico.”
“Este continuo aumento de la desigualdad se debe a una
concentración de la riqueza en menos manos, a la vez que se produce un
deterioro de la situación de las personas más vulnerables. En el último
año, hay 7.000 nuevos millonarios en España1, y la fortuna de tan sólo 3
personas equivale ya a la riqueza del 30% más pobre del país, es decir,
de 14,2 millones de personas.
Mientras en 2015 este 30% más pobre vio
reducida su riqueza en más de una tercera parte (-33,4%), la fortuna de
las tres personas más ricas del país aumentó un 3%.”
Es este un documento a tener presente y a utilizar profusamente en el
activismo social. Y ese activismo sabrá, sin duda, darle valor al
mismo, incluso cuando se encuentre con alguna propuesta tan alejada de
su ruta de actividad y de su ideario como este: "Los Gobiernos deben
apoyar modelos empresariales que impulsen claramente el tipo de
capitalismo que beneficia al conjunto de la población y que construye un
futuro más sostenible".
Pero, insistimos, merece la pena conocer (y utilizar) tanto el documento en su conjunto como el informe específico sobre España.
Leer el informe Oxfam:
http://www.oxfamintermon.org/es/documentos/13/01/17/una-economia-para-99
(Viento Sur, 17/01/17)
"¿Por qué, ante el reciente informe de Oxfam Intermon, no han
sonado las trompetas del Apocalipsis?
¿Por qué no ha caído aún sobre
nuestras cabezas una lluvia de fuego y granizo mezclados con sangre?
¿Por qué no han regresado las almas de los muertos para anunciarnos el
fin de los tiempos?
Pues
porque hay noticias normales y noticias anormales. La noticia por
antonomasia es la anormal (que un niño muerda a un perro). Para las
normales reservamos un hueco junto a la relación de las farmacias de
guardia. Significa que la circunstancia de que ocho personas posean la
misma cantidad de riqueza que la mitad de la población del planeta no
constituye un escándalo.
Es normal que esos ocho ricos sean nuestros
dueños, es normal que los ejércitos del mundo permanezcan a su servicio,
y es normal que los políticos sensatos, con independencia de los
programas por los que fueron votados, se pongan a sus órdenes una vez
alcanzado el poder.
Es normal asimismo que se facilite a estos
millonarios cauces para eludir impuestos, de forma que el coste de los
servicios públicos caiga sobre los hombros de quienes menos tienen, cuya
sangre, sudor y lágrimas sirven además de combustible para los yates de
los odiosos ocho (cortesía de Tarantino).
Eso es lo normal. Nos referimos a la normalidad revelada por
Rajoy (y asistida por un partido normal como el PSOE), cuando predica
que hay que gobernar como Dios manda, sin extremismos ni ocurrencias,
sin dar una voz más alta que la otra, aunque procurando que cada año
aumente un poco la distancia entre los ricos y los pobres.
El orden del
que disfrutamos, como ya vamos viendo, está basado en la moderación. Y
esta es una de las razones por las que la electricidad sube normalmente
cada día." (Juan José Millás, El País, 20/01/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario