"España, capitalismo de amiguetes. España, tierra
prometida de rentistas, de quienes solo buscan pelotazos a costa del
sudor y lágrimas de sus conciudadanos. España, paraíso de depredadores
sociales -reforma laboral; austeridad para los demás; impuestos
asfixiantes al factor trabajo, a las pequeñas y medianas empresas,…-.
Lo
más reciente, el rescate a las autopistas radiales. Otra vez, la
enésima, pero no será lo última. Rabia, dolor, tristeza por el devenir
de nuestra gente, especialmente cuando lo único que se debería haber
nacionalizado, en 2008, era toda la banca insolvente. Pero no fue así.
¡Y de aquellos barros estos lodos!
Resulta simplemente
grotesco que el expresidente del gobierno bajo el cual, al albor de la
burbuja inmobiliaria, se diseñó, se construyó y se repartieron las
correspondientes prebendas alrededor de dichas autopistas radiales hable
de España y de la patria, otorgando carnets de buenos y malos
patriotas. ¡Patriotas de hojalata! (...)
Nuestra historia es un ejemplo de cómo las vinculaciones entre el poder
económico y el poder político han perpetuado de manera continuada las
rentas de todos aquellos que medran de lo público en y para sus
negocios.
Y encima, ahora, la joya de la corona patria, un excepcional
sector exportador de pequeña y mediana empresa, está siendo asaltada por
distintos vehículos de inversión, en su mayoría foráneos. Y aquí
nuestro ejecutivo de juerga y jolgorio. (...)
Existe abundante evidencia empírica que acredita que distintos y muy
diversos sectores de la economía española no están abiertos a la
competencia. En todos ellos el ajuste de la crisis lo han acabado
pagando tanto sus empleados, con salarios menores, como sus clientes,
con precios mayores. Se trata de una característica intrínseca a la
economía española.
Si analizamos la composición del Ibex 35, la
situación es para echarse a llorar. Predominan antiguos monopolios
naturales, básicamente empresas eléctricas, petroleras, y del sector de
telecomunicaciones. Junto a ellos, el sector inmobiliario, ligado al
BOE, y el bancario, insolvente, rescatado con dinero público.
Las élites gerenciales de estos oligopolios han estado
íntimamente relacionadas con la clase política gobernante, la vinculada a
los otrora dos grandes partidos políticos, estableciéndose relaciones y
vinculaciones de poder bochornosas.
¿Se acuerdan de como una de las
susodichas empresas, del sector de telecomunicaciones para más señas,
correspondiente a un antiguo monopolio natural, “ofreció” al gobierno la
propuesta de unificación de todos los organismos reguladores, siguiendo
un “powerpoint” realizado por una de esas consultoras que saben de todo
pero que no tienen ni idea de nada?
Por cierto, ahora esa empresa está
en seria amenaza de ser absorbida, comprada, por otra foránea. Cosas del
capitalismo. Pero aquí todo da igual.
Frente a este
panorama desolador, nuestro sector exterior, esa joya de la corona
formada por empresas de tamaño mediano, muchas de propiedad familiar,
que constantemente reinvierten sus beneficios y no se dedican a
recomprar acciones o repartir bonuses y/o dividendos injustificados. Son
empresas industriales abiertas al mundo global, sectores que realmente
exportan, aportando e incrementando nuestro valor añadido.
Desde 1994 esa joya de la corona conforma uno de los
sectores exportadores más pujantes de Europa. Y son un ejemplo de que
España, frente a las tonterías esparcidas en los mass media dominantes,
jamás perdió competitividad en las últimas décadas.
Junto con Alemania
el nuestro era el único país que en los últimos 20 años mantuvo e
incrementó su cuota de exportaciones, ya no solo por margen intensivo,
sino también por aumentos en el margen extensivo, la exportación de
nuevos productos y hacia nuevos destinos.
Siempre confundieron
productividad aparente del trabajo con competitividad. España tenía una
baja productividad por que el modelo de crecimiento propuesto por las
élites patrias –políticas, financieras, inmobiliarias, y oligopolistas-
era intensivo en mano de obra, pero muy lucrativo para ellas. (...)" (Juan Laborda, Vox Populi, 15/12/16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario