17.2.17

En Granada se producen apagones de luz que afectan a barrios enteros porque existen tantas plantaciones ilegales de marihuana que colapsan la red eléctrica

"(...) Porque lo que pasa en España, con un guion que cada día escribe Berlanga, no pasa en ningún otro lugar. 

Imagine una ciudad del mundo civilizado en la que, de forma periódica, se producen apagones de luz que afectan a barrios enteros porque existen tantas plantaciones ilegales de marihuana, y consumen tanta electricidad por las conexiones también ilegales, que colapsan la red eléctrica. ¿Se lo imagina? Esa es Granada. 'Marihuana made in Spain'.

 Sucede, además, que al margen de cualquier valoración sobre lo inexplicable de algunas de las cosas que ocurren en España, el dato objetivo que corroboran las fuerzas de orden público es que Granada, en la actualidad, se ha convertido en una de las mayores productoras de cannabis de Europa

 Desde que comenzó la crisis, la producción se ha multiplicado de forma exponencial hasta el punto en el que se encuentra ahora: incontrolable. Cada mes, en los periódicos locales aparecen varias noticias de alguna plantación que se ha intervenido, dentro o fuera de la ciudad, y siempre se ofrecen perfiles de ‘cultivadores’ variopintos. Lo mismo se han encontrado cultivos ilegales en chalés de lujo que se ha detenido a un sencillo pastor con la mayor plantación de marihuana aprehendida.

El centro neurálgico de la marihuana de Granada, de todas formas, no está ahí, sino en el distrito norte, que es donde se ubican los ‘pisos invernadero’ que provocan los cortes de electricidad por los enganches ilegales.

 La anterior concejal de Medio Ambiente, Telesfora Ruiz, llegó a explicar el problema de esta forma tan gráfica: “Son bandas organizadas que llegan incluso a expulsar a los vecinos de un bloque de pisos para convertirlo en grandes plantaciones.

 Nos ha dicho Endesa que las instalaciones eléctricas que utilizan (para cultivar la marihuana) tienen un consumo descomunal. Si la plantación es en un solo piso, consume el equivalente a un bloque completo, pero si son varios pisos en un solo bloque, pueden llegar a consumir como una pequeña localidad. Es lamentable, pero es así".

Tan abrumadora es la presencia de la marihuana en Granada que en una ocasión, el diario local, 'El Ideal' de Granada, publicó una carta al director definitiva: “Soy un vecino de Granada residente en el pueblo de Atarfe. No sé si ya estáis al corriente de qué pasa en este pueblo. Muchos vecinos estamos desesperados por la cantidad de marihuana que hay.

 El olor es tan fuerte e insoportable que se detecta varios kilómetros antes de llegar al municipio, si enciendes el aire acondicionado del coche el olor se queda en los filtros durante días. Y ahora con el frío el hedor baja algo, pero con el calor no se puede ni abrir las ventanas”. (...)

En mayo del año pasado, el popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, escribió en su blog: “Me cuentan los que entienden del tema –es decir, los miembros de las fuerzas de seguridad y los propios ‘agricultores’– que en Granada hay tanta marihuana –parece que somos el primer productor nacional de esta droga, lo cual no es para estar orgullosos– porque el agua es muy buena. 

Pues nada, a ver si las autoridades suben un poco el nivel de cloro y conseguimos reducir los cultivos. Porque esto no es una broma: un kilo de ‘maría’ se paga a dos mil euros y no hay droga más adictiva que el dinero. 

Así que en Granada hay cientos de personas que oficialmente figuran como desempleados, pero que en realidad se dedican a la ‘maría’. Y eso no es bueno para una sociedad. Se está normalizando el cultivo y el consumo, y pagaremos las consecuencias, porque la marihuana no es una droga inocua ni el dinero tampoco”. (...)

¿Y no se desmantelan esas plantaciones ilegales? Pues claro, como se decía antes, de forma periódica aparecen intervenciones de la Policía o de la Guardia Civil desmantelando ‘invernaderos de maría’, pero como explican los propios agentes, al poco tiempo vuelven a la actividad y vuelven a ‘enchufarse’ a la red eléctrica, con lo que el proceso vuelve a empezar: localización de la plantación ilegal, denuncia a Endesa, localización de la conexión ilegal, autorización judicial, registro y detenciones.

 “Además –aclaran a este periódico en fuentes judiciales–​ los enganches ilegales son cada vez más sofisticados y cuesta más detectarlos. Estamos ante un problema muy serio”.  (...)

Gea Seeds es una de esas empresas y en su página web “pone al alcance de todo el sector cannábico sus variedades feminizadas y autoflorecientes de genética extraordinaria; semillas de alta calidad de cosechas recientes, sin acumulaciones de 'stock'”. Y manuales para el cultivo perfecto. Y recetas para hacer 'brownies', bizcochos o aceites de marihuana.

 ¿Alguien da más? ¿Debería esta realidad conducir a un debate serio sobre la legalización del cannabis? ¿Por el contrario, tendría que extremarse la represión? Esas preguntas se quedan así, abiertas. Y antes de contestarlas, es bueno volver a pensar en lo que ocurre en Granada."                 (Javier Carballo, El confidencial, 11/02/17)

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