"Cierre los ojos. Ahora piense en mujeres y hombres poderosos. Sobre todo
hombres. Vuelva a abrirlos. Probablemente, entre los rostros que han
desfilado por su cabeza haya al menos uno del Opus Dei. La mayoría no lo
dice públicamente. No por vergüenza, sino por orden sagrada. (...)
Gracias a una férrea organización interna, siguen funcionando como uno de los lobbies más importantes del Estado.
“Controlan mucho los tribunales y las audiencias.
Hay un sistema formado por abogados, notarios, jueces y fiscales que
son del Opus o tienen que ver con esta organización y que hacen piña”.
Quien así habla es el catedrático de antropología filosófica de la
Universidad de Sevilla, Jacinto Choza, quien permaneció durante 34 años dentro del grupo. Salió de allí en 1996.
No se alejó de la religión, pero sí de quienes
seguían las enseñanzas de José María Escrivá de Balaguer, el
mundialmente conocido sacerdote aragonés que fundó esta corriente
eclesiástica en 1928. “Llegó un momento –recuerda Choza- en el que me
pareció que lo que estaba viendo no era compatible con la doctrina
cristiana”. (...)
A Ana Azanza -una profesora de Jaén que
realizó varias denuncias sobre este asunto- la han intentado dejar sin
trabajo”, recuerda la ex numeraria -término utilizado para referirse a
quienes adquieren compromiso de celibato- Carmen Charo.
En efecto, Opus Dei es sinónimo de poder,
influencia y, al mismo tiempo, hermetismo. No es muy habitual que un
numerario o supernumerario -el colectivo más numeroso, en el que se
integran aquellas personas que están casadas- haga pública su condición
como tal.
El mejor ejemplo está en las filas del PP, el partido político que más representantes opusinos acoge.
Sin embargo, también hay miembros en formaciones ubicadas en la otra
banda: es el caso de políticos de la antigua Convergencia Democrática de
Catalunya o de Eusko Alkartasuna, ahora integrada en EH Bildu.
Se estima que, en total, hay 33.000 fieles del Opus Dei en España -a nivel planetario son 85.000-. (...)
“Si tú dices que Fulanito es del Opus, te denuncian. ¿Acaso un cura o una monja se molestan si alguien dice que lo son?”, se pregunta desde un instituto de la provincia de Jaén la profesora Ana Azanza -responsable del blog Sin Miedo al Opus Dei-, (...)
“Su influencia en la actualidad es mucho mayor de la que estamos dispuestos a reconocer”, afirma Azanza.
En efecto, hoy continúan en los consejos de dirección de grandes empresas, e incluso mantienen la presidencia de importantes bancos: si bien la familia Valls ya no continúa al frente del Banco Popular, Isidro Fainé -considerado “próximo” al Opus- sigue al frente de la Fundación Bancaria La Caixa.
Hay más. La familia Botín, propietaria
del Santander, también tiene importantes vínculos con la orden. “Es
indudable que sus postulados extremos en materia religiosa pierden gas
-señala la profesora-, pero en materia económica neoliberal siempre han
estado ahí”.
También es posible encontrarlos en los principales ámbitos judiciales del país. Fiscales,
abogados del Estado o magistrados del Tribunal Constitucional son
algunos de los cargos que han alcanzado distintos juristas que se
confiesan seguidores de Escrivá de Balaguer. “Hubo campañas para
presentarse a oposiciones de jueces y fiscales, y consiguieron muchas
plazas”, señala Charo.
Siguiendo las noticias
Hay rostros públicos, pero también
anónimos. Estos últimos son los que se encargan de mantener activa la
influyente red de colegios, universidades y fundaciones controladas de
arriba abajo por los ultracatólicos.
Al mismo tiempo, en las distintas
comunidades autónomas funciona un departamento en el que, seguramente,
ahora mismo estarán leyendo este reportaje: el denominado Apostolado de la Opinión Pública (AOP),
dedicado a seguir de cerca las informaciones que les afectan. “Entre
otras cosas -explica Choza- tienen la misión de ir a hablar con el
periodista que ha hecho alguna información sobre el Opus”.
Del mismo modo, los estrategas del Opus
también dedican especial atención a los obispos, sean o no de su cuerda.
“Tienen un fichero de todos los obispos, con datos sobre sus aficiones o
comidas preferidas. De esa manera, cada tanto se les invita a comer, a
una excursión o a un viaje”, relata Choza. “Cultivar la amistad de los
obispos -remarca este ex numerario- es fundamental”.
Perdiendo masa
Si bien la red continúa activa, el lobby opusino enfrenta
ahora un problema biológico: sus integrantes se van haciendo mayores y
no se observa una clara línea de renovación. “Ya no entra gente, y la
que entra no dura”, señala desde Vitoria Carmen Charo. “Tienen poder,
pero han perdido masa -añade Azanza-. (...)" (Público, 26/02/17)
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