"(...) ¿puede ser que Donald Trump esté actuando como vacuna, como contraejemplo ante los votantes de Europa?
Es
probable. Pero hay que distinguir tres elementos.
El primero, que a mí
me divierte mucho: las derechas o a la progresía socialista criticando a
Donald Trump. Si siguen así van a terminar siendo antiimperialistas.
Madre mía. Van a terminar criticando a la madre Estados Unidos, al
centinela de Occidente, al fundamento de nuestras vidas, cultura y
civilización...
Segundo: Es evidente que Donald Trump es un elemento
peligroso, no tanto por lo que dice y hace, que no es muy diferente de
lo que han hecho los demás, incluido Obama, sino porque es una señal de
que los ricos de Estados Unidos se están preparando para lo que viene.
Trump
no es tan peligroso por lo que dice o hace sino porque es la señal de
que una plutocracia es la que está controlando los intereses de Estados
Unidos. Directamente, sin intermediarios políticos. Esa es la gran
diferencia. Antes gobernaba la familia Bush, o los Clinton, Obama…
familias políticas, políticos profesionales que han hecho de la política
su modo de vida.
Ahora no, esto es otra cosa.
Ahora son
directamente los ricos que han dicho: “Están pasando cosas, y esto lo
tenemos que ventilar directamente nosotros”. Eso es lo que más me
preocupa y me da miedo de Estados Unidos, la señal de que algo muy
profundo está cambiando en los poderes de Estados Unidos, que se están
preparando para la crisis que viene.
Para mí este gobierno está
poniéndose la venda antes de la herida, se está preparando para un
asalto que no sabremos muy bien cuál es ni de dónde vendrá, pero para el
que ya están tomando medidas. Será un conflicto mundial en el que
Estados Unidos quiere jugar con cartas muy poderosas.
Para mí no
es ninguna broma, no es un populismo sin más, sino que se trata de que
en el capitalismo norteamericano, en sus entrañas, algo muy serio está
pasando, se están anticipando a una crisis. Y efectivamente, como
decías, eso pueda llevar a países europeos a temer, lo entiendo.
Pero si
se siguen haciendo las mismas políticas en Europa que desencadenan los
populismos, los populismos van a continuar. Hoy se les puede derrotar,
pero tres años más haciendo las mismas políticas y acabarán ganando, y
ganando por mucho. Que es un poco lo que venía diciéndose.
Nos
reíamos del padre de Marine Le Pen, pero ya nos reímos menos cuando fue
solo frente a Chirac. Ahora seguramente lleguemos a un escenario en el
que se enfrenten Macron y Le Pen. Y ante ese escenario ¿qué votarán los
trabajadores? ¿A un rico que es algo así como Rivera con dinero? ¿El
hombre de la banca Rothschild o una populista de derechas como Marine Le
Pen?
Eso es muy delicado. En Estados Unidos hubo una posibilidad que
fue Bernie Sanders frente a Hillary Clinton. El stablishment dijo no a
Sanders porque era un radical. Pero ese radical podía haber ganado las
elecciones.
Ahora en Francia va a ocurrir lo mismo. No puede ser
Mélenchon, no puede ser Benoît Hamon, tiene que ser un hombre moderado,
del centro moderado, tiene que ser Macron. Pero Macron ¿qué va a hacer?
¿Desmantelar el Estado francés?, ¿los derechos sociales?, ¿acabar con
las libertades republicanas y con los derechos de los trabajadores en
Francia, que han sido duramente combatidos por el propio partido
socialista?
Ese es el problema. Si se hacen las mismas políticas Marine
Le Pen o cualquiera ganará las elecciones, éstas o las próximas en
Francia. (...)" (Entrevista a Manuel Monereo,Pedro Vallín
, La Vanguardia, en Rebelión, 21/03/17)
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