10.4.17

La 'recuperación' de la economía española tiene una dependencia casi absoluta del motor interno vinculado al consumo de los hogares de rentas media-altas. Gracias a la devaluación interna, el pago de servicios domésticos se habrían abaratado mucho, para los ricos... una recuperación alimentada por la desigualdad

"Para el bienio 2015-2016 el INE estima un crecimiento económico en España del 3,2%, (...) Según el INE más del noventa por ciento de nuestro crecimiento descansó en la demanda interna para el conjunto del bienio.

 (...) la, con todo, reducida aportación del motor externo al crecimiento ha de imputarse, por un lado,a la buena coyuntura de los precios de los hidrocarburos (que abarata nuestras elevadas importaciones), y, por otro, a una devaluación interna que ha frenado las importaciones no energéticas y ha impulsado al mismo tiempo nuestra balanza de servicios turísticos. 

(...) a finales del pasado año, solo nos restaba una fuerza impulsora del crecimiento: el consumo doméstico o de los hogares. Consumo que se movía según el INE en perfecto ajuste al del PIB total de nuestra economía.

Es éste el factor explicativo menos diáfano y coherente con la elevada tasa de paro, de bolsas de pobreza y de desigualdad del país. Podrían identificarse –sin embargo- dos factores que, pese a ello, explicarían su crecimiento: que sean las rentas medias-altas las que protagonicen ese empujón, y que esta magnitud se vea afectada por las rentas de hogares de residentes extranjeros inactivos.

Aun así no deja de ser una anomalía que el consumo de los hogares en España crezca a tasas muy superiores a las que lo hace en una economía como la alemana (...)

En mi opinión esto sólo cabe imputarlo a un efecto riqueza derivado de la devaluación salarial y de la deflación de precios en favor del cuarenta por ciento de hogares de mayor renta (ya que en el resto de los hogares son mayoría los que llegan con dificultades a fin de mes). Si se quiere un ejemplo: un aumento del consumo en hogares de renta media alta derivado de los ahorros en pago de servicios domésticos que se habrían abaratado mucho en los últimos años.

La actual recuperación de la economía española finalizó el año 2016 con una dependencia casi absoluta del motor interno vinculado al consumo de los hogares de rentas media-altas. Ni la inversión, ni el consumo público, ni la demanda externa están contribuyendo significativamente a dicha recuperación.

Es éste un modelo de recuperación que confirma al menos dos cosas. Que la devaluación interna solo está beneficiando la actividad turística y de contratación de servicios personales cada vez más precarios, y que los ajustes fiscales impiden que la inversión pública tome el relevo de la inversión privada.

De mantenerse ambas políticas, devaluación laboral-salarial interna y ajustes fiscales, el crecimiento se irá desacelerando necesariamente, dependiendo cada vez en mayor medida del consumo de los sectores de la población de mayor renta. Un problemático modelo de crecimiento ya que alimenta -y está alimentado- por la desigualdad social."                      (Albino Prada - Comisión JUFFIGLO de ATTAC España,  Infolibre)

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