"En los últimos tiempos Podemos está señalando a la Trama formada por las
élites económicas y parte de las élites políticas y judiciales como
responsable de la utilización de las instituciones de nuestro país para
redistribuir el poder y la riqueza de nuestro país de los de abajo hacia
los de arriba a través de la extracción de la riqueza generada por
nuestra gente a través de la precariedad, la corrupción o los contratos
perjudiciales para el erario público. (...)
Ejemplos de esto serían la purge de fiscales para garantizar la
impunidad de los corruptos y otras acciones del Ministerio de Justicia y
los jueces de la Trama que hemos presenciado en los últimos meses, la
toma de medidas con efectos retroactivos para perjudicar a los
inversores en renovables y expropiarle de facto a los pequeños
inversores sus inversiones para dárselas a la banca o a las eléctricas o
la erosión de las herramientas que tiene el Estado para forzar el
cumplimiento de los derechos laborales, tales como el pago de las horas
extra, o el pago de los impuestos por parte de los miembros de la Trama,
erosión que se ha llevado a cabo a través de los recortes en las
instituciones encargadas de forzar su cumplimiento como la Inspección de
Trabajo o la Agencia Tributaria.
Esta transformación de las instituciones españolas en
instituciones cada vez más extractivas tiene como primera consecuencia
la desposesión y la expulsión del sistema de cada vez más gente de los
de abajo, pero esta no es la única consecuencia.
Por ejemplo, la
resistencia de la Trama a adoptar tecnologías como las renovables para
no afectar a los intereses oligopólicos de las eléctricas puede retrasar
la adaptación tecnológica de nuestro país a las tecnologías más
eficientes, empeorar la posición de España en el tablero mundial y tener
consecuencias análogas a las de la resistencia de los otomanos a
adoptar la imprenta (...)
En tercer lugar, aunque es cierto que las instituciones extractivas
pueden aspirar a generar un cierto crecimiento económico que incluso se
note entre los de abajo, tal y como demostraron Robinson y Acemoglu,
este crecimiento será finito y basado en tecnologías ya existentes, y
tal y como vimos en España durante la burbuja inmobiliaria este
crecimiento llevará acompañado un gran deterioro del medio ambiente y en
definitiva, se basará en la extracción de los recursos de las
generaciones futuras.
Por último, la concentración de la riqueza y el
poder en una pequeña élite genera una tendencia general hacia las luchas
internas, ya que otros grupos querrán sustituir a las élites y quedarse
con todo su poder, (...)
Por estas razones, las acciones de la Trama para poner a nuestro país a
su servicio y extraer hasta la última gota de riqueza que España, su
territorio y sus gentes puedan producir no solo es malo para los de
abajo sino para los intereses nacionales, y por lo tanto cualquier
proyecto que aspire a derrotar a la Trama y a coger el poder y la
riqueza que ellos atesoran para dárselos a los de abajo para construir
una democracia económica y política en la que el poder esté distribuido y
en la que las instituciones sean inclusivas es un proyecto patriótico
que defiende los intereses nacionales y que, como diría uno de los
máximos exponentes de los intentos de las élites para convertir
instituciones inclusivas en instituciones extractivas, aspira a hacer a
España grande de nuevo." (Álvaro Gaertner Aranda, Miembro del Circulo 3E, estudiante de Ingeniería Física, Público, 04/04/17)
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