"Sareb pierde 3.200 millones en sus cinco años de vida y hace otro agujero al Estado. Los
cambios normativos y las constantes reformulaciones de los ejercicios
anteriores elevan la pérdida acumulada por Sareb a 3.186,5 millones, y
el Estado asume el 45%.
Sareb, el banco malo semipúblico que se quedó con el crédito promotor y los inmuebles de las cajas rescatadas, acumula unas pérdidas desde su nacimiento en 2012 de 3.186,5 millones de euros,
según la documentación oficial de la sociedad.
Estas pérdidas están
influidas por los constantes cambios normativos y reformulaciones de los
resultados de ejercicios anteriores, pero detrás subyace la realidad de
que, cinco años después de su creación, no consigue vender sus activos
por encima del valor al que fueron traspasados. El Estado, a través del
FROB, posee el 45% del capital, y asume ese porcentaje del citado
quebranto. (...)
Es complicado calcular las pérdidas acumuladas por Sareb, porque la sociedad las oculta en diferentes documentos. Con los resultados de 2015, reformuló los de años anteriores
para llevar las pérdidas de ese ejercicio hacia atrás (eso es lo que le
permitió dar un beneficio contable de 300.000 euros), de forma que el
quebranto final de 2013 se elevó a 1.609 millones y el de 2014, a 804.
Así se refleja en la página 63 de la memoria de 2015.
La semana pasada presentó las cuentas de 2016 con una pérdida de 663 millones,
en las que a su vez "reexpresó" las cuentas de 2015, que pasan a
registrar un quebranto de 105 millones. Finalmente, si sumamos los 5,5
millones que perdió en su año de arranque, 2012, tenemos que el banco malo acumula unas pérdidas totales de 3.186,5 millones.
Con esta carrera, no es de extrañar que el presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, haya reconocido que la sociedad será incapaz de dar a sus accionistas (el Estado, los bancos sanos salvo BBVA, y algunas aseguradoras y empresas) la rentabilidad del 14% anual que prometía el plan de negocio elaborado por KPMG,
por muy bien que le vayan las cosas en los 10 años que le quedan de
vida.
"Es imposible que nosotros demos un 14% con la composición de
balance que hoy por hoy tenemos, salvo que cambie mucho la situación
económica. No nos hace falta tampoco dar esa rentabilidad. Es mejor que
nos olvidemos de ello", dijo Echegoyen en la presentación de las cuentas
de 2016. (...)" (El Confidencial, 03/04/17)
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