5.4.17

Los salarios han caído un 20%, la riqueza de las familias un 40%, un tercio de la clase media ha sido destruida... y Rajoy presenta unos Presupuestos, sin sonrojarse, con un techo de gasto de 5.000 millones menos que en 2016. ¿A quién se los van a quitar?

"Con seis meses de retraso —dado que la Comisión, siempre al servicio de Alemania, ignora el Pacto de Estabilidad y mira hacia otro lado ante los incumplimientos sistemáticos de compromisos y déficit, que suple luego con ríos de deuda—, Rajoy ha presentado los PGE-2017

 Nuevas cuentas de ficción donde nada se cumplirá y no pasará nada, excepto que el pueblo español estará cada día más endeudado y más empobrecido, con un reparto de la renta y la riqueza que clama al cielo. 

 Desde 2007, la deuda se ha multiplicado más de tres veces —cada familia media debe ya 133.000 euros—, los salarios han caído un 20%, la riqueza de las familias un 40%, un tercio de la clase media ha sido destruida, el empleo creado es temporal y los salarios, tan miserables que como dice la propia Bruselas: “El empleo en España ya no garantiza el salir de la pobreza”.

Pero lo más grave del asunto es que los medios, salvo honrosas excepciones, son colaboradores principales del desastre político, económico y social  (...) en lugar de explicar a los españoles lo que sucede en realidad: prometen todo, no cumplen nada y nos endeudamos en 592.082 millones en cinco años —la cifra más alta en términos de PIB de nuestra larga historia—. 

Eso significa la ruina de la próximas generaciones de españoles durante no menos de 50 años. Hay una correlación clara y demostrable entre decisiones de endeudamiento y golfadas políticas como el FLA o Sareb, y sumando todo —deuda, avales, intereses, etc.—, 50 años resultan una visión muy optimista.

“El objetivo de déficit no existe”

La frase anterior, pronunciada el jueves por Montoro, resume lo que ya sabemos: que las cifras y las promesas presupuestarias del PP no valen ni el papel en que están escritas. Por ello, lo más relevante de estos Presupuestos porque eso es lo único que sí se cumple -el incremento brutal del despilfarro político- es que hacen fijos a 250.000 enchufados (...)

Y sin sonrojarse, ponen el techo de gasto en 118.337 millones, 5.000 millones menos que en 2016. ¿A quién le van a quitar lo que cuestan los nuevos enchufados y los sediciosos? ¿A los pensionistas, a los parados, a los dependientes?

 Y luego hablan de un fuerte aumento de la recaudación con toda su cara: 200.963 millones, un 7,9%, menos de crecimiento que en 2016, donde la recaudación aumentó solo un 2,3%. Dicen que por la inflación se recaudará más de IVA y de IRPF (ocultando que bajarán las pensiones en 1.500 millones), pero el 1,5% de ambos son 2.000 millones, y ¿hasta los 14.000 necesarios? 

Dice Montoro que el hecho de que los ingresos tributarios son hoy mayores “es la garantía de que el déficit se cumplirá”. En marzo de 2016, la Agencia Tributaria decía que “los ingresos tributarios fueron de un 5,6% más”, ¿y qué pasó a fin de año? Que subieron solo un 2,3%.  (...)

Pero todos estos camelos no importan nada, pues como sabe muy bien Cristóbal, el ministro más listo del Gobierno, lo único relevante de los Presupuestos es que se aprueben, lo demás da exactamente igual. Para eso está la deuda; solo en enero la han incrementado en 7.800 millones. ¡Si será por dinero! Y como ya tienen los tontos útiles para sacarlos adelante, y además entusiasmados, y a los vendidos de la AIReF para certificar la mentira, el que las cifras no cuadren, ¿a quién le importa?  (...)"                    (Roberto Centeno, El confidencial, 03/04/17)

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