"La propaganda mediática sigue haciendo mucho daño sobre la conciencia
real de la situación económica en España. Con el bombardeo de las
imágenes del turismo que viene, las playas y hoteles llenos y la
contratación de camareros/as, el país respira aliviado y coge confianza
en el futuro.
Esto se deja notar en las conversaciones a pie de calle, a
lo que ayuda que eminencias como Daniel Lacalle o Rallo salgan
permanentemente a constatar las bondades de nuestra recuperación, aunque
es verdad que a veces tengan enfrente a economistas como Carmona, lo
cual ayuda mucho a la perpetuar la depresión de algunos.
Pero lo más delirante ha sido la aprobación del Plan de Estabilidad
enviado a Bruselas en el que De Guindos se atreve a afirmar que España
tendrá una tasa de paro del 11,2% en 2020, seguramente tras ingerir
alguna sustancia emanada del Excel que permite semejante osadía.
Con
estos mimbres y el estado primaveral que atraviesa el país, es difícil
que otro análisis más sosegado y menos triunfalista se abra paso entre
tanto merengue y peloteo de la prensa y los economistas a sueldo que
engañan sistemáticamente a la población tradicionalmente poco formada en
estos temas.
Pero por lo menos, hemos conseguido una cosa y es que el Ministerio de
Empleo haya reconocido que, tras la publicación de la EPA del primer
trimestre, las horas de trabajo todavía están por debajo de las que
existían con anterioridad al estallido de la crisis.
A esto hay que unir
que faltan 668,000 empleos para igualar la tasa de empleo que teníamos
entonces, aunque la población activa es sustancialmente menor en la
actualidad, y con tendencia decreciente. Faltan 26 millones de horas de
trabajo, por tanto, para que Rajoy pueda decir que devuelve la misma
situación con la que España comenzó a detestar a Zapatero, allá por
2008.
Pero, a diferencia de EEUU, la única medida de tasa de paro que se
publica es la standard, sin contemplar las diversas contingencias que
hay detrás del desempleo. Como se puede apreciar en el gráfico
siguiente, si sumáramos a la tasa convencional, los desanimados, los
empleados a tiempo parcial involuntarios y los que no buscan empleo,
pero desearían trabajar, nos encontramos con una realidad muy distinta:
una tasa de paro del 28,9%, estable incluso a pesar de la cierta
recuperación de empleo basura al que asistimos.
Existe, por tanto, una
realidad diferente a la que nos quieren arrastrar los que solo persiguen
que el PP se perpetúe en el poder.
Pero el mercado laboral español está mucho peor que lo que las cifras
oficiales dicen, y sobre todo si se analizan las tripas, siempre con el
sesgo de los datos que publica el INE que tienen algunas lagunas en su
medición.
En primer lugar, con la reforma laboral, cada hora de aumento
del trabajo precario, ha costado la pérdida de diez horas de trabajo
estable. Los menores de 45 años pierden el equivalente a 1,6 millones de
empleos, mientras que los que superan dicha edad, aumentan en 900 mil.
Se observa que los menores de 45 años pierden 1,1 millones de empleos
fijos, el 16,1% y 172 mil precarios, el 6,1%. Por su parte, los mayores
de 45 años aumentan un 16% sus empleos estables, 717 mil, y un 34% los
precarios, 215 mil.
En suma, se pierde empleo de las personas menores de
45 años, fundamentalmente empleo fijo (el 16,1%) y se gana empleo
precario de los de más edad (34%).
El drama viene acrecentado cuando se constata la escasa empleabilidad de
los parados de larga duración. El 43,4% de todas las personas paradas y
el 54,2% de las que llevan más de cuatro años, carecen de formación
mínima que les permita acceder a cursar Certificados de Profesionalidad
de segundo nivel: es decir carecen de habilidades mínimas como leer y
escribir con un grado de comprensión y soltura suficiente. Esto supone
algo más de 1,8 millones de personas paradas, y casi 559.000 parados que
llevan más con más de cuatros años en situación de desempleo.
En resumen, desde la perspectiva del empleo, la tendencia es menos horas
y más precario, y desde la óptica de las personas paradas, menos
protección y menos políticas activas (...)
Concluyendo, la EPA del primer trimestre de 2017 es clara: el desempleo
en sentido amplio, como se mide en EEUU, es un auténtico drama, un
28,9%, las horas de trabajo y asalariados siguen por debajo de 2007 y la
calidad del empleo, así como la cobertura y la empleabilidad revelan un
mercado laboral con graves carencias y problemas estructurales." (Alejandro Inurrieta, Vox Populi, 01/05/17)
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