"O te operas en la privada o te echamos de la lista de espera”. Esta
es la amenaza que recibió el profesor jubilado Antonio Sánchez al
negarse a ser operado de una hernia inguinal en una clínica privada,
porque prefería ser intervenido quirúrgicamente en un hospital público
murciano.
Y la amenaza se ha cumplido, según ha puesto en conocimiento
de la Asociación de Usuarios de la Sanidad de la Región de Murcia y en
las reclamaciones que ha presentado.
Un año y medio después de
haber sido diagnosticado de hernia inguinal "con riesgo de infección por
espondilitis" aún no ha conseguido operarse. A los dos meses de su
diagnóstico lo remitieron a la clínica San José de Alcantarilla, un
centro privado concertado, a lo que se opuso "porque para algo he
elegido quedarme en la sanidad pública" y porque "me inspira más
confianza lo público", aseguró a la cadena Ser.
Su negativa a operarse en la clínica privada le supuso la ‘expulsión’
provisional de la lista de espera. Así se lo comunicaron en el hospital
de la Arrixaca de Murcia, algo que Antonio Sánchez no entiende. “Te
pueden atender antes o después, pero no te pueden quitar de la lista de
espera si tú no renuncias”, afirma a la Ser.
El profesor
jubilado también denuncia que después de volver a su médico de cabecera
para reiniciar los trámites para operarse, lo volvieron a derivar a la
clínica San José de Alcantarilla, a lo que se negó de nuevo, algo que le
ha acarreado la expulsión definitiva de la lista de espera.
Antonio
Sánchez lamenta que no pueda elegir, ya que estaría dispuesto a esperar
más tiempo para ser operado en la sanidad pública en vez de en la
privada, pero denuncia es que no le den esa opción. “No entiendo por qué
hay que irse forzosamente a la privada para ser operado. En mi opinión
es un negocio en el que te obligan a caer y yo no quiero”, añade
El pasado 23 de junio presentó una nueva reclamación en el hospital
Virgen de la Arrixaca solicitando de nuevo la intervención quirúrgica
con la doctora que le diagnosticó, y en el escrito señala que "no se
puede amenazar a un paciente con darlo de baja de la lista de espera y
ejecutar dicha amenaza si solicita información sobre el médico
responsable de la intervención, máxime cuando son ustedes los que han
incumplido la ley". (La Crónica, 26/06/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario