17.7.17

El Partido de los Finlandeses niega rotundamente la dignidad humana de las personas de otras razas... pues es Europa

"(...) Durante la época de Vennamo, Finlandia era un país emigrante, en el que decenas de miles de personas se marchaban a Suecia para conseguir una vida mejor. Durante la época de Soini, Finlandia se convirtió en un país acogedor al que llegaban decenas de miles de refugiados, primero de Somalia y luego de Oriente Próximo. 

Aunque las cifras no son muy elevadas, la asimilación de personas con culturas considerablemente diferentes dentro de una sociedad como la finlandesa, que es más bien homogénea, ha dado lugar a un comportamiento político concreto conocido como “escepticismo migratorio” (maahanmuuttokriittisyys) que, aunque hace referencia en exclusiva al deseo de disminuir el número de inmigrantes en el país o a cuestionar la efectividad de la actual política migratoria, también se ha convertido en un término políticamente correcto para referirse al racismo en política. 

Esta corriente de sentimientos hostiles hacia los inmigrantes, que llega incluso a negar rotundamente la dignidad humana de las personas de otras razas, penetró en el Partido de los Finlandeses cuando creció su electorado y, por consiguiente, su número de diputados.

 En 2007, el partido tenía 5 diputados de un total de 200 en el Parlamento, pero en 2011 sorprendió al país con un incremento de 34 diputados adicionales y se convirtió en el tercer partido más votado del país, con un 19% del voto nacional. 

Aunque el partido estaba dirigido por el sólido y carismático Soini, y centraba su programa sobre todo en los asuntos anteriormente mencionados de luchar contra la pobreza y hacer campaña en favor de los valores sociales conservadores, entre los nuevos diputados había candidatos que hicieron campaña con programas antiinmigración e incluso con polémicos mensajes racistas.  (...)

Un ejemplo de este tipo de diputados electos es Jussi Halla-aho, un investigador universitario que escribe un blog sumamente polémico llamado Notas desde un oeste que se va a pique. Este blog incluye declaraciones tan infames como por ejemplo la que afirma desear que una mujer liberal sea violada por una banda de inmigrantes, o declaraciones en las que se aleja del programa tradicional pro pobres del Partido de los Finlandeses para afirmar que “el valor de un ser humano está en relación directa con el valor del trabajo que realiza”.  (...)

Desde ese momento, el mismo Partido de los Finlandeses, que celebraba la victoria de 2011, también se convertía en un grupo bastante heterogéneo que mezclaba un viejo populismo rural con urbanitas críticos con la inmigración y el multiculturalismo.  (...)

La tensión dentro del partido se fue incrementando a medida que crecía la insubordinación del ala dura contraria a la inmigración.  (...)

En marzo de 2017, Soini declaró que tras 20 años a la cabeza del partido, no se presentaría a la reelección durante la Asamblea General del partido que tendría lugar en junio.  (...)

El 10 de junio, la Asamblea General eligió con una clara mayoría a Halla-aho como nuevo líder del partido. 

 (...) los antiguos moderados sorprendieron a todo el mundo dándose de baja como miembros del Partido de los Finlandeses y formando su propio movimiento político.  (...)

El nuevo grupo se autodenominó en un principio “La nueva alternativa”, pero unos días más tarde cambió su nombre por el de “El futuro azul”. Según el ministro Terho, el nombre hace referencia a “estabilidad, paz y patriotismo” y es un movimiento de “alegría y esperanza”.

 Terho también explicó que el nuevo partido giraría en torno a la idea de “respeto a la humanidad” y confianza en “la gente finlandesa y su capacidad de sacar adelante a Finlandia”. La definición que hace Terho del partido es reveladora, puesto que al enfatizar la humanidad pretende distanciarse lo máximo posible del ala dura de Hall-aho. (...)

Hoy en día, la historia del Partido de los Finlandeses es la historia de dos partidos: uno que mantiene viva la tradición rural del partido y otro que se suma al club europeo de extrema derecha, caracterizado por una manifiesta vocación xenófoba y neofascista.  (...)

En ese sentido, la Asamblea General del 10 de junio fue un auténtico parricidio, ya que la nueva generación asesinó a su creador. Aunque el resultado, en lugar de conseguir arrebatar el control del partido, han sido dos partidos de extrema derecha: uno nacionalista, patriótico, que defiende el Estado de bienestar y que es implícitamente xenófobo, y otro partido de línea dura, manifiestamente xenófobo y monotemático en su antimulticulturalismo.

 Está por ver qué concepción cala más entre el electorado de cara a las elecciones de 2019, y así podremos evaluar de forma retrospectiva cuál de las dos visiones es la que ha estado proporcionando el empuje electoral que el partido ha disfrutado hasta el momento."              (Ilona Lahdelma, CTXT, 12/07/17)

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