"Aquí en España todos le llamaban "Pepe", para abreviar el nombre
compuesto que le puso su madre cuando nació, hace 50 años, en Bogotá
(Colombia). Tras una larga residencia en España, hace tres años que se
trasladó a vivir a Zaragoza con su familia. Y, de cara a la galería,
abrieron otro locutorio. Él era el gerente y su mujer su ayudante.
El
negocio daba, aparentemente, para vivir holgadamente con sus dos hijos.
Cada 15 o 20 días, cuando Pepe tenía que viajar, ella se quedaba a cargo
de todo y, cuando su marido regresaba, mandaba puntualmente una buena
cantidad de dinero a Colombia. También fue detenida el pasado mes de
mayo por la policía, junto a su marido y a otras 18 personas en
distintos puntos de España, acusados de blanqueo de capitales
procedentes del narcotráfico. (...)
La operación, llamada "KEKO" y llevada a cabo por la Unidad
GRECO de Galicia, ha sido dada a conocer este viernes y ha dado en la
línea de flotación y financiación de uno de los más importantes cárteles
colombianos. También en Colombia, la policía ha realizado detenciones y
asestado un fuerte golpe al narco.
"Les hemos hecho mucho más daño que si les hubiésemos
intervenido 5.000 kilos de coca", asegura uno de los investigadores.
"Hemos roto su sistema de financiación", señalan sin querer desvelar de
que cartel se trata.
Pepe, "un hombre serio, correcto y nada llamativo", era el
contacto de la línea de blanqueo. En Galicia estaba el responsable de la
línea de distribución. "Suelen ser independientes para dificultar las
investigaciones", señalan fuentes policiales del caso.
Contraseña: "Te llamo de parte de Elena"
Cada 15 o 20 días Pepe recibía una llamada en el locutorio:
"Te llamo de parte de Elena". Entonces ya sabía que tenía que despedirse
unos días de su familia y alquilar un apartamento en Barcelona,
Valencia o algún otro punto de España.
"Al día siguiente de su llegada,
aparecía el contacto (muchas veces proveniente de Holanda o Reino Unido)
con la pasta, entre 100.000 y 300.000 euros cada vez". Le entregaba el
dinero y se iba. Y era entonces cuando Pepe empezaba a trabajar.
Contactaba con entre 10 y 15 personas, gerentes de otros locutorios
repartidos por toda la geografía española. Repartía el dinero, envuelto
cuidadosamente en papel transparente y oculto en cajas de cereales.
A
cada uno le daba sus cajas y él se guardaba las suyas. En los días
siguientes todos harían llegar el dinero a Colombia en envíos de un
máximo de 3.000 euros a nombre de diferentes personas y empresas
interpuestas. Y Listo: de nuevo vuelta a la vida de ciudadano normal,
hasta dentro de 15 o 20 días.
Un "pitufeo" de millones de euros
Aparte de lo que obtenían de sus respectivos negocios
—puestos por "la organización"—, los implicados en esta extensa red de
blanqueo de dinero procedente del narcotráfico, se llevaban un
porcentaje del dinero enviado. En ocasiones llegaban a enviar hasta
800.000 euros al mes. La policía calcula que han podido blanquear por
este sistema de "pitufeo" millones de euros. (...)" (Patricia Ortega Dolz , El País, 30/06/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario