28.9.17

Alemania no es el modelo: un país de millonarios con millones de pobres. 20% de la población es pobre y el 15% por debajo del umbral de pobreza

"Se ha convertido en un lugar común presentar la economía alemana como un modelo a seguir y un ejemplo de buenos resultados.  (...)

El índice de Gini, ratio que mide la desigualdad monetaria y que puede alcanzar valores comprendidos entre 0 y 100 (máxima equidad e inequidad), nos devuelve la imagen de un país donde ha aumentado la desigualdad en los últimos años, con un valor del índice que coloca a Alemania en el tramo de países más inequitativos de la Unión Europea, con un valor en 2015, último año del que Eurostat ofrece información estadística, de 30,1.  (...)

Si ponemos el foco en el tramo inferior de la escala distributiva, observamos que la crisis no sólo ha golpeado a los más vulnerables, sino que la recuperación de la economía no ha mejorado de manera sustancial sus condiciones de vida. En este sentido, resultan especialmente llamativos los ratios que miden el porcentaje de la población en situación de pobreza o exclusión social y la pobreza. 

El primero de ellos afectaba en 2015 al 20% de la población (más de 16 millones de alemanes); y el segundo nos dice que un 15% de la misma (más de 12 millones de personas) vivía en ese año por debajo del umbral de la pobreza.

 Todo ello, no lo olvidemos, en un contexto de crecimiento económico, cercano al 2% anual. En definitiva, un país de millonarios con millones de pobres.  (...)

El contrapunto de esta situación se encuentra en la creciente concentración de la renta y la riqueza. Los grupos sociales situados en la cúspide de la estructura social han conservado casi intactas o incluso han reforzado sus posiciones de privilegio.

 Con todas las reservas que cabe formular a la información disponible (limitada y sesgada), las estadísticas apuntan con claridad en esa dirección. Según el Credit Suisse, el 2,4% de la población adulta tenía en 2016 una riqueza superior al millón de dólares. El 10% más rico concentraba en 2016 el 64,9% de la riqueza, el 5% el 50,1% y el 1% el 29,5%.

Mención aparte merece lo acontecido en el mercado laboral. Es cierto, como hemos señalado antes, que el ritmo de creación de puestos de trabajo ha sido intenso, pero la calidad de buena parte de ellos es endeble. Se trata de empleos a tiempo parcial y de bajos salarios (popularizados con el nombre de minijobs), que a menudo reemplazan empleos a tiempo completo. 

En 2016 casi 11 millones de alemanes trabajaban a tiempo parcial (declarando una parte importante de ellos que desearían trabajar a tiempo completo), lo que significaba 400.000 más que en 2014 y 1.236.000 por encima de los que existían en 2007. 

(...) las cúspides empresariales han mantenido su patrón retributivo (en el que las rentas del capital suponen una parte importante), mientras que los colectivos situados en los tramos medios y, sobre todo, bajos han perdido capacidad adquisitiva. 

A grandes rasgos, este es el panorama social y laboral de Alemania. Nos parece evidente que este no es el camino y que, por supuesto, en esta trayectoria no hay ningún modelo a seguir. La superación de la crisis exige un cambio sustancial en las políticas aplicadas por el gobierno conservador de Angela Merkel, y antes por el socialista Gerhard Schröeder. (...)"                    (Miguel Urbán, Daniel Albarracín y Fernando Luengo son, respectivamente, coordinador y miembros de la Secretaría de Europa de Podemos. CTXT, 25/09/17)

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