"Washington pide al Gobierno Autónomo de Kurdistán (GAK) de Irak que en
vez de suspender el referéndum previsto para el 25 de septiembre lo
posponga, y eso a pesar de que los propios kurdos no han puesto ninguna
fecha para la independencia a pesar de contar con una mayoría absoluta
de la población a favor del ‘SÍ’.
Del mismo modo que la RAK
nació por la voluntad de EEUU y como una recompensa a los dirigentes
derechistas y feudales kurdos por su colaboración durante la agresión
militar dirigida por George Walker Bush al resto del pueblo iraquí en
1991, su independencia también dependerá, no de su pueblo, sino de los
intereses y la voluntad de la Casa Blanca.
Durante las semanas
pasadas, el Secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, el jefe del
Comando Central de EEUU, general Joseph L. Votel, y otros militares han
visitado la RAK, exigiendo al presidente Massoud Barzani aplazar el
referéndum para dentro de tres años. Aunque EEUU afirma que así pretende
mantener la unidad de todos los iraquíes en su guerra contra ISIS, sus
propósitos reales son otras:
–Consolidar el gobierno de Bagdad
dirigido por el chiita árabe Haider al-Abadi, el hombre de EEUU y de
Arabia Saudi, de cara a las elecciones parlamentarias previstas para el
próximo año, y neutralizar los intentos de Irán en forjar sus lazos con
los diversos partidos iraquíes, incluidos los kurdos. (...)
-Ganar más tiempo para fortalecer las estructuras políticas kurdas
necesarias para crear un Estado propio: Los conflictos entre los
partidos kurdos (que son más de corte familiar-tribal que político) han
llagado a tal punto que Barzani suspendió en 2015 el parlamento y sólo
lo volvió a reunir la semana pasada para que legitimase el referéndum.
La guerra civil de los años noventa dejaron a miles de muertos en esta
región: El enemigo de la independencia kurda no sólo es la élite
gobernante de Bagdad, Ankara, Teherán o de Washington, también lo es la
burguesía corrupta y autoritaria.
-Buscar una solución al problema
de falta de autonomía económica de Kurdistán, que carece de
infraestructuras capaces de gestionar la independencia: al no tener
salida al mar, sólo podrá vender su petróleo pasando los oleoductos por
Irán, Turquía o Irak.
Además, la caída del precio del petróleo, un
monumental saqueo de las arcas públicas (la desaparición de 1.107
millones de dólares en 2016) y la aplicación de políticas neoliberales
han provocado una profunda crisis económica en el GAK.
-Disuadir a
Turquía que puede aprovechar la formación del estado kurdo, y darse el
derecho de apropiarse de las tierras kurdas de Siria. (...)
-Alargar el proceso hasta que hubiese cambios en Irán y Turquía. EEUU
está tomando muy en serio las insinuaciones de ambos países en
intervenir militarmente en la autonomía si el GAK llega a declarar la
independencia.
En general, los costos de un Estado Kurdistán son
mayores para Washington que los beneficios: un estado kurdo no es
viable, por lo que su prioridad es proteger las cinco bases militares
que ha construido en Kurdistán (la ultima en el distrito de Zummar, a 60
kilómetros al noroeste de Mosul, con el fin de controlar desde la
orilla occidental del río Tigris hasta unos kilómetros de Mosul) e
impedir que choque con los países vecinos y perder la estabilidad y el
estatus que tiene actualmente. (...)
En realidad, el objetivo de Barezani al convocar el referéndum (que
aún puede ser desconvocado) no es la independencia a corto plazo sino:
-Forzar a Bagdad a iniciar el proceso de la independencia para un futuro indeterminado. (...)
Desviar la atención de sus ciudadanos de la incapacidad de su
“familia” (en el sentido don coleonilista del término) de gobernar sobre
cinco millones de personas (la mitad, jóvenes nacidos en la autonomía
que no se consideran iraquíes) cuyas expectativas de una vida mejor no
se han cumplido después de 26 años de gozar de semi-independencia de la
región.
Cerca de 70.000 kurdos viven en la pobreza, y el gobierno no
sube los salarios según la inflación y encarcela y tortura a los
detenidos. Un etnocentrismo insolidario y con aires de superioridad es
incapaz de entender la lucha de clases.
Y ¿cómo no? la ambición de querer ser “cabeza de ratón, que no la cola de león”.
La
lucha actual de los kurdos iraquíes no es una romántica batalla por la
liberación nacional: no puede conseguirlo si su único apoyo es Israel
que niega este derecho a los palestinos. Los que dirigen este escenario
no buscan una solución sensata a la cuestión kurda, sino utilizarla.
Washington
avanza en su Proyecto de Nuevo Oriente Próximo, que incluye romper
estados poderosos de la zona y convertirlos en mini estados y si no lo
consigue los dejará como “estados fallidos” para poder controlarlos y
ocuparlos militarmente. Aquí, los kurdos no son jugadores de su propio
destino, sino peones de los intereses de otros.
Lamentablemente, hace
décadas que el derecho de autodeterminación de los pueblos se ha
convertido en el derecho exclusivo de un solo estado con derecho al veto
del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque haya sido por la mayoría
absoluta de los estados del mundo: El 31 de diciembre del 2014, EEUU
vetó en el Consejo de la Seguridad de la ONU el reconocimiento de
Palestino como Estado, a pesar de la gran aprobación de la Asamblea
general. (...)" (Nazanín Armanian , Público, 24/09/17)
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