" (...) Los dos movimientos hacia atrás de la Gene más importantes y, me temo,
determinantes, han sido los siguientes: el miércoles por la noche, los
Presis de Òmnium y ANC pidieron a los manifestantes que dominaban la
calle que se retiraran. Es decir, desactivaron las movilizaciones.
Con
un par. Lenin hubiera sido processista y ahora Assange trabajaría para
los Romanov. Convocaron, sí, otras al día siguiente, en otro punto menos
molesto y poniéndoles fecha de caducidad --la libertad de los
detenidos, cuya detención no podría prolongarse más de 72 horas--.
El
siguiente momento raje fue la disolución de la Sindicatura. Algo
importantísimo y trascendente. Sin ella no hay referéndum, tal y como
señala la propia Llei del Referèndum, elaborada por ellos.
Estos dos
movimientos explican dos cosas: tras cinco años de pormenorizados
trabajos secretos y bla-bla-bla, el Govern se tiró a una piscina sin
ningún trabajo consistente previo. Y sin haber calculado ni la
temperatura del agua --hierve--, ni si sabía nadar. No evaluó, al
parecer, la capacidad del Estado, ni su propia capacidad de resistencia,
que ha sido poca o nula.
No ha mantenido desobediencias tácticamente
efectivas, no ha mantenido posturas de insumisión. Se ha limitado a
explicar cosas que no estaban pasando y que no estaba haciendo. No ha
explicado que, tácitamente, ha tirado la toalla esta semana. Es posible
que todo lo que ha hecho lo haya hecho embebido de su propia propaganda. (...)
El Govern mantiene la convocatoria del referéndum, sumamente improbable,
porque, en este preciso momento, es la única autoridad que tiene y que
le diferencia de una ONG. Lo hará porque en cinco años es lo único que
ha hecho al respecto. Lo hará confiando en que la represión suponga un
cambio de perspectiva en la UE y un posible desbordamiento en Cat.
Lo
hará confiando, vamos, en que la sociedad haga algo que ellos no han
hecho por falta de, por ejemplo, palabra dada, responsabilidad o
valentía: resistir. Espero que, en sus cálculos, no necesite un fiambre.
Como espero que en los cálculos del Gobierno haya la posibilidad de
evitarlo. Lo espero. No saben cómo lo espero. (...)
Rajoy ganará la guerra. Pero se está quedando sin cartuchos para la paz. O no. Ya veremos (...)
Diga lo que diga el Govern, no hay referéndum. Habrá simulacros,
protestas. Y una violencia estatal inusitada. Es posible que haya
llegado el momento de la resistencia pasiva ante los abusos del Estado y
de la propaganda local de un Govern que habla mucho y recula más." (Guillem Martínez , CTXT, 23/09/17)
"(...) CC.OO. y UGT pasan del bugui. Pero son partidarios de realizar
movilizaciones por los derechos y el autogobierno. Lo que implicaría
presencia PSC.
Estos contactos sindicatos-Processisme han supuesto lo
imposible estéticamente. Reuniones de sindicatos con Òmnium --una
derecha muy rancia, pero limpia y noucentista-- y ANC --que tampoco es, siempre y necesariamente, un soviet--.
8- Esas reuniones son un encuentro sorprendente entre un corpus con
14 detenidos frente a otro que, en la última Huelga General, sufrió 100
detenciones, 10 condenas a prisión y 900 heridos. Los encuentros tienen
gran interés para ver posibles evoluciones del Processisme.
Es decir,
para ver si deja de ser un movimiento social, pero no muy alejado de las
ópticas y necesidades gubernamentales, y si la cosa se puede así
desbordar. En ese sentido, una persona presente en una reunión de esas
me explicó lo siguiente/esta metáfora. Alguien de la CUP expresó su
voluntad de "incorporar el movimiento obrero".
A lo que alguien de la
CGT le contestó que "ahora os acordáis del movimiento obrero". PdeCat,
artista anteriormente conocido como CDC, votó en el Congreso, en efecto,
la reforma laboral. Y el Govern, desde 2012, y antes de que Rajoy se
tirara a la pista de baile, ha recortado drásticamente la sanidad, la
educación y la ayuda social.
Al Processisme, que será lo que uno quiera,
pero que fundamentalmente ha sido un motor de cohesión para unos
partidos en un momento de cambio de época, le costará, en ese sentido,
desbordarse hacia la izquierda. (...)" (Guillem Martínez , CTXT, 22/09/17)
Artículo 129 de la Constitución española: Los poderes públicos... establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción - Implantar la democracia económica en España es constitucional
28.9.17
Puigdemont no ha explicado que, tácitamente, ha tirado la toalla esta semana. Es posible que todo lo que ha hecho lo haya hecho embebido de su propia propaganda
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