28.9.17

Puigdemont no ha explicado que, tácitamente, ha tirado la toalla esta semana. Es posible que todo lo que ha hecho lo haya hecho embebido de su propia propaganda

" (...)  Los dos movimientos hacia atrás de la Gene más importantes y, me temo, determinantes, han sido los siguientes: el miércoles por la noche, los Presis de Òmnium y ANC pidieron a los manifestantes que dominaban la calle que se retiraran. Es decir, desactivaron las movilizaciones.

Con un par. Lenin hubiera sido processista y ahora Assange trabajaría para los Romanov. Convocaron, sí, otras al día siguiente, en otro punto menos molesto y poniéndoles fecha de caducidad --la libertad de los detenidos, cuya detención no podría prolongarse más de 72 horas--.

El siguiente momento raje fue la disolución de la Sindicatura. Algo importantísimo y trascendente. Sin ella no hay referéndum, tal y como señala la propia Llei del Referèndum, elaborada por ellos. 

Estos dos movimientos explican dos cosas: tras cinco años de pormenorizados trabajos secretos y bla-bla-bla, el Govern se tiró a una piscina sin ningún trabajo consistente previo. Y sin haber calculado ni la temperatura del agua --hierve--, ni si sabía nadar. No evaluó, al parecer, la capacidad del Estado, ni su propia capacidad de resistencia, que ha sido poca o nula.

No ha mantenido desobediencias tácticamente efectivas, no ha mantenido posturas de insumisión. Se ha limitado a explicar cosas que no estaban pasando y que no estaba haciendo. No ha explicado que, tácitamente, ha tirado la toalla esta semana. Es posible que todo lo que ha hecho lo haya hecho embebido de su propia propaganda. (...)

El Govern mantiene la convocatoria del referéndum, sumamente improbable, porque, en este preciso momento, es la única autoridad que tiene y que le diferencia de una ONG. Lo hará porque en cinco años es lo único que ha hecho al respecto. Lo hará confiando en que la represión suponga un cambio de perspectiva en la UE y un posible desbordamiento en Cat.

Lo hará confiando, vamos, en que la sociedad haga algo que ellos no han hecho por falta de, por ejemplo, palabra dada, responsabilidad o valentía: resistir. Espero que, en sus cálculos, no necesite un fiambre. Como espero que en los cálculos del Gobierno haya la posibilidad de evitarlo. Lo espero. No saben cómo lo espero. (...)

Rajoy ganará la guerra. Pero se está quedando sin cartuchos para la paz. O no. Ya veremos (...)

Diga lo que diga el Govern, no hay referéndum. Habrá simulacros, protestas. Y una violencia estatal inusitada. Es posible que haya llegado el momento de la resistencia pasiva ante los abusos del Estado y de la propaganda local de un Govern que habla mucho y recula más."             (Guillem Martínez  , CTXT, 23/09/17)


"(...) CC.OO. y UGT pasan del bugui. Pero son partidarios de realizar movilizaciones por los derechos y el autogobierno. Lo que implicaría presencia PSC.

 Estos contactos sindicatos-Processisme han supuesto lo imposible estéticamente. Reuniones de sindicatos con Òmnium --una derecha muy rancia, pero limpia y noucentista-- y ANC --que tampoco es, siempre y necesariamente, un soviet--. 8- Esas reuniones son un encuentro sorprendente entre un corpus con 14 detenidos frente a otro que, en la última Huelga General, sufrió 100 detenciones, 10 condenas a prisión y 900 heridos. Los encuentros tienen gran interés para ver posibles evoluciones del Processisme.

 Es decir, para ver si deja de ser un movimiento social, pero no muy alejado de las ópticas y necesidades gubernamentales, y si la cosa se puede así desbordar. En ese sentido, una persona presente en una reunión de esas me explicó lo siguiente/esta metáfora. Alguien de la CUP expresó su voluntad de "incorporar el movimiento obrero".

 A lo que alguien de la CGT le contestó que "ahora os acordáis del movimiento obrero". PdeCat, artista anteriormente conocido como CDC, votó en el Congreso, en efecto, la reforma laboral. Y el Govern, desde 2012, y antes de que Rajoy se tirara a la pista de baile, ha recortado drásticamente la sanidad, la educación y la ayuda social.

Al Processisme, que será lo que uno quiera, pero que fundamentalmente ha sido un motor de cohesión para unos partidos en un momento de cambio de época, le costará, en ese sentido, desbordarse hacia la izquierda. (...)"                (Guillem Martínez  , CTXT, 22/09/17)

No hay comentarios: