"El soufflé del “procés” se desinfla, al
menos momentáneamente, ¡uf, qué alivio!, y entra en una fase cómica,
desternillante. Hemos pasado de un relato digno de la Tragedia Griega,
el pretendido por los independentistas; a otro característico de la
Novela Picaresca.
¡Hilarante la huida emprendida por Puigdemont
y sus muchachos! ¡Qué tropa patriótica! Son imitadores chusqueros de
nuestros Rinconetes y Cortadillos, esos personajes patrios tan
entrañables. Al menos los pícaros cervantinos tenían un código de honor y
unas leyes propias que, en plena decadencia y descomposición patria,
cumplían.
¿Y si todo fuera una coartada, una mera cortina de humo diseñada desde
las élites patrias, centrales y periféricas, que todo lo controlan?
Reconózcanme ustedes que bien le ha venido al Totalitarismo Invertido
hispano toda esta deriva catalana. Pan y circo. Pura distracción.
Produce desazón ver como los patriotas de hojalata, de aquí y allá, se
envuelven en las banderas que enarbolan los ciudadanos de bien para
tapar sus miserias y desviar así la atención de la descomposición real
que sufre de nuestra querida España, y Cataluña como una parte de la
misma. Atentos. De toda esta tropa pueden esperar cualquier cosa.
Avisados están.
Pero volvamos a la realidad. Banco de España actualizó a mediados de mes, en pleno vorágine catalana, las cuentas financieras del segundo trimestre de 2017 . ¿Y qué dicen los datos? Confirman lo que venimos avisando, la situación actual de España es de enorme fragilidad financiera.
El momento presente se parece muchísimo al de los años previos al
colapso de la burbuja inmobiliaria. Nuestra economía presenta dos
problemas de fondo, aparentemente intangibles, apenas comentados y
analizados en y por los voceros mediáticos patrios. En primer lugar,
como ya saben ustedes, una gran parte de nuestro volumen de deuda
pública está siendo refinanciado en los últimos años mediante el
programa de compra de activos del Banco Central Europeo, mejor dicho por
Banco de España.
El segundo problema, la
banca española. Una vez que se protegió insolidariamente a los
acreedores foráneos en el saneamiento de nuestro sistema bancario, éstos
lo aprovecharon para reducir su financiación a la banca patria. Desde
ese momento es Target 2, es decir, el resto
de Bancos Centrales, quienes financian las necesidades de nuestro
sistema bancario, frágil e inestable.
El Popular, como botón de muestra.
Bajo estos mimbres, las probabilidades de un cisne negro España, sin
soberanía monetaria, son mayores de lo que prevé el consenso y de
aquello que se puede leer en los “mass media”. Y debemos tenerlo en
cuenta.
En los cuadros 1-3 presentamos los datos actualizados de la deuda de España
correspondientes al segundo trimestre de 2017, elaborados a partir de
los datos publicados por Banco de España hace dos semanas.
En el cuadro 1 se recoge la evolución Deuda de España por sectores en
millones de euros. Se observa como desde 2008 la deuda privada se ha
reducido en casi 784.000 millones de euros, normal en un proceso de
desapalancamiento de familias, empresas y entidades financieras. Por el
contrario, se ha producido un fuerte incremento de la deuda pública, en
casi 1 billón de euros.
Ello se debe básicamente a dos razones. Por un
lado, la intensa recesión de balances acelerada por las políticas
económicas implementadas desde mayo de 2010, y que activaron los
estabilizadores automáticos. Por otro, a un incremento del stock de deuda pública
correspondiente a fondos que se destinan no a sufragar gastos
operativos corrientes o de capital, sino a ser nuevamente prestados a
terceros (rescate bancario).
Este proceso de endeudamiento de nuestra
economía, por lo tanto, es alrededor de un colateral no tan nítido,
claro y palpable como en su momento fue el precio de la vivienda. Nos
referimos a la deuda soberana. Un aumento de la aversión al riesgo, es
decir, un incremento de los tipos de interés -y no tiene que ser muy
elevado- generaría una crisis de incalculables consecuencias.
Si caen
los precios de los bonos soberanos, en un entorno de aumento de los
tipos de interés e incremento de las primas de riesgo, la economía
española recaerá. Al perder la soberanía monetaria, dentro del Euro, las
probabilidades de este cisne negro no son nada despreciables,
especialmente si llegado el momento no estuviera Mario Draghi y sí un alemán.
En
los cuadros 2 y 3 se estudian dos fotos fijas, cierre de 2008 y el
último dato disponible, segundo trimestre de 2017, para ver cómo ha
evolucionado lo que debemos al resto del mundo, nuestra deuda externa,
su cuantía y qué sectores patrios son quienes tienen esas deudas con el
exterior.
La deuda externa supera los 1,17 billones de
euros, cifra que representa el 103% del PIB español. Esta cantidad
significa el 29% de la deuda en su conjunto de la economía española. El
resto es deuda entre sectores residentes. La cifra es muy parecida a
2008, un poco más alta, pero la composición ha variado drásticamente.
El
48% de la deuda externa corresponde ahora al sector público, frente al
20% de 2008. Por el contrario, las deudas que nuestras entidades
financieras deben al exterior representan “solamente” el 26% del total
de nuestra deuda externa, frente al 54% en 2008. Mientras, la deuda
externa de las sociedades no financieras representa el 26% del total de
la deuda patria con el exterior, cifra casi idéntica a 2008.
Balance de Banco de España y Target 2
Estas cifras las completamos con otras dos, claves para entender la fragilidad financiera patria. Si nos adentramos en el balance del Banco de España
(ir al epígrafe 8 Magnitudes Financieras, punto 8.1.- Balance
Euro-sistema y del Banco de España) en el lado del activo nos
encontramos con una partida bajo la rúbrica Programa de Compra de
Activos, es decir, la expansión cuantitativa del BCE, y que ha supuesto
que en dicho balance el importe de la cartera de deuda, la inmensa
mayoría soberana, alcance a cierre de agosto la friolera de 282.665
millones de euros. Ahí tienen al principal acreedor de nuestro Tesoro,
Banco de España.
Han entendido muy bien la Teoría Monetaria Moderna pero para lo que les interesa. La segunda cifra hace referencia a Target 2. Si vamos al BCE
podemos descifrar las necesidades de financiación de la banca patria
vía Bancos Centrales, es decir, Target 2, que en agosto alcanzó récord
histórico, casi 385.000 millones de euros. Ahí es nada.
El
coctel simplemente es explosivo. La inestabilidad y fragilidad
financiera de nuestra querida España sigue subiendo. Solo falta ver cuál
será la mecha que prenderá esta bomba de relojería. Pero, tranquilos,
sigamos distrayéndonos con el “procés”. (Juan Laborda , Vox Populi, 02/11/17)
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