"(...) William Mitchell es uno de los padres de la Teoría Monetaria Moderna (TMM), que tantas veces hemos citado aquí. Según la TMM, el consenso sobre la austeridad no se basa en ninguna comprensión lógica del sistema monetario moderno e ignora deliberadamente muchas de las opciones reales que están a disposición de los gobiernos emisores de moneda “fiat”.
El pensamiento gregario dominante tiene un carácter destructivo al
imponer recetas cuyos supuestos macroeconómicos fundamentales no se
basan en la realidad. (...)
Desde el inicio de la crisis de la eurozona había soluciones más eficientes y más justas.
Estas eran ampliamente entendidas por los economistas y no eran
especialmente difíciles de implementar -al menos técnicamente (otra cosa
es la política)-. Había un camino alternativo, cancelación de deudas y mucha menos austeridad.
Pero este camino no fue tomado. La deuda (sobre todo privada) fue
utilizada como una excusa para apretar el orden económico neoliberal
dentro de un marco federalista conservador. La alternativa habría
ayudado a preservar el modelo social europeo y habría cambiado la agenda
neoliberal. La pregunta es: ¿por qué fueron ignoradas?
Si fuera por incompetencia, ya se habría producido un
cambio de políticas. Basta ver cómo los problemas del sistema bancario
no están resueltos, o cómo el crecimiento económico sigue siendo
raquítico, sin hablar de los millones de desempleados y trabajadores que
no son capaces de salir de la miseria. Pero quieren seguir imponiéndonos la austeridad. ¿Por qué? Por instinto de clase y de protección de la élite dominante.
William Mitchell demuestra por qué los defensores de las políticas de austeridad están equivocados. Para ello analiza y combate en su libro una serie de mitos fundacionales falsos.
Se trata de ciertos clichés con los que políticos, medios de
comunicación y la mayoría de los economistas, pretenden adormilarnos. Es
falso que los gobiernos sean como los hogares.
Es falso que la
impresión de dinero para financiar los déficits presupuestarios sea
inflacionaria. Es falso que los déficits presupuestarios y un elevado
nivel de deuda pública conduzcan a elevados tipos de interés. La Teoría
Monetaria Moderna los invalida uno a uno. Lo único que sí es cierto es
que cuando los sectores privados acumulan ahorros negativos alrededor de
una burbuja, la economía acaba muy mal.
Si fuera por incompetencia, ya se habría producido un
cambio de políticas. Basta ver cómo los problemas del sistema bancario
no están resueltos, o cómo el crecimiento económico sigue siendo
raquítico, sin hablar de los millones de desempleados y trabajadores que
no son capaces de salir de la miseria. Pero quieren seguir imponiéndonos la austeridad. ¿Por qué? Por instinto de clase y de protección de la élite dominante.
William Mitchell demuestra por qué los defensores de las políticas de austeridad están equivocados. Para ello analiza y combate en su libro una serie de mitos fundacionales falsos.
Se trata de ciertos clichés con los que políticos, medios de
comunicación y la mayoría de los economistas, pretenden adormilarnos.
Es
falso que los gobiernos sean como los hogares. Es falso que la
impresión de dinero para financiar los déficits presupuestarios sea
inflacionaria. Es falso que los déficits presupuestarios y un elevado
nivel de deuda pública conduzcan a elevados tipos de interés. La Teoría
Monetaria Moderna los invalida uno a uno. Lo único que sí es cierto es
que cuando los sectores privados acumulan ahorros negativos alrededor de
una burbuja, la economía acaba muy mal.
La Unión Monetaria Europea (UME) es un sistemadefectuoso desde sus orígenes.
En el libro Mitchell detalla cómo se hizo caso omiso de los informes
precedentes (Werner, 1970; MacDougall, 1977) donde se avisaba de la
necesidad de una instancia fiscal federal y de los peligros de dejar
todo en manos de una Banco Central, como una parte no constituyente del
gobierno, y de establecer, en este contexto, unos tipos de cambio fijos
entre los estados miembros.
Mitchell a partir de este análisis y de su crítica a los mitos asumidos, plantea tres alternativas para solucionar el caos actual.
En primer lugar, el establecimiento de una verdadera federación política y económica, pero las grandes diferencias entre las naciones europeas lo hacen altamente improbable.
En una segunda alternativa, el BCE podría utilizar su capacidad de emisión de moneda para financiar los déficits fiscales de los Estados miembros
para que pudieran fomentar el crecimiento y el empleo en sus economías
nacionales sin encontrarse con las restricciones que los mercados de
bonos privados ejercen en sus gastos. Sin embargo, se opone con
contundencia Alemania y la propia Comisión Europea.
Bajo este escenario, si nada cambia, sólo hay una alternativa, según Mitchell, la opción de la salida del euro,
y que puede ser o bien mediante un desmantelamiento ordenado de la
moneda y una restauración de la soberanía monetaria individual para cada
nación, con el restablecimiento de su propio banco central, o bien una
salida unilateral de cada nación.
La mejor opción para países como
Italia, España, Grecia o Portugal es la salida unilateral de la unión
monetaria mediante el restablecimiento de su propia soberanía económica y
política. (...)" (Juan Laborda, Vox Populi, 25/05/16)
"Como alternativa a la salida del euro y para conseguir la soberanía financiera:
europeseta electrónica
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción,
sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno
impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra
económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los
especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa,
2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con
gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
Para salir de la crisis sin salir del euro: España
debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
Hay alternativas, incluso dentro del euro.
Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o
Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar
instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar
créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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