6.4.18

La mejor opción para países como Italia, España, Grecia o Portugal es la salida unilateral de la unión monetaria mediante el restablecimiento de su propia soberanía económica

"(...) William Mitchell es uno de los padres de la Teoría Monetaria Moderna (TMM), que tantas veces hemos citado aquí. Según la TMM, el consenso sobre la austeridad no se basa en ninguna comprensión lógica del sistema monetario moderno e ignora deliberadamente muchas de las opciones reales que están a disposición de los gobiernos emisores de moneda “fiat”.

El pensamiento gregario dominante tiene un carácter destructivo al imponer recetas cuyos supuestos macroeconómicos fundamentales no se basan en la realidad.  (...)

Desde el inicio de la crisis de la eurozona había soluciones más eficientes y más justas. Estas eran ampliamente entendidas por los economistas y no eran especialmente difíciles de implementar -al menos técnicamente (otra cosa es la política)-. Había un camino alternativo, cancelación de deudas y mucha menos austeridad.

 Pero este camino no fue tomado. La deuda (sobre todo privada) fue utilizada como una excusa para apretar el orden económico neoliberal dentro de un marco federalista conservador. La alternativa habría ayudado a preservar el modelo social europeo y habría cambiado la agenda neoliberal. La pregunta es: ¿por qué fueron ignoradas?

Si fuera por incompetencia, ya se habría producido un cambio de políticas. Basta ver cómo los problemas del sistema bancario no están resueltos, o cómo el crecimiento económico sigue siendo raquítico, sin hablar de los millones de desempleados y trabajadores que no son capaces de salir de la miseria. Pero quieren seguir imponiéndonos la austeridad. ¿Por qué? Por instinto de clase y de protección de la élite dominante.

William Mitchell demuestra por qué los defensores de las políticas de austeridad están equivocados. Para ello analiza y combate en su libro una serie de mitos fundacionales falsos. Se trata de ciertos clichés con los que políticos, medios de comunicación y la mayoría de los economistas, pretenden adormilarnos. Es falso que los gobiernos sean como los hogares. 

Es falso que la impresión de dinero para financiar los déficits presupuestarios sea inflacionaria. Es falso que los déficits presupuestarios y un elevado nivel de deuda pública conduzcan a elevados tipos de interés. La Teoría Monetaria Moderna los invalida uno a uno. Lo único que sí es cierto es que cuando los sectores privados acumulan ahorros negativos alrededor de una burbuja, la economía acaba muy mal.

Si fuera por incompetencia, ya se habría producido un cambio de políticas. Basta ver cómo los problemas del sistema bancario no están resueltos, o cómo el crecimiento económico sigue siendo raquítico, sin hablar de los millones de desempleados y trabajadores que no son capaces de salir de la miseria. Pero quieren seguir imponiéndonos la austeridad. ¿Por qué? Por instinto de clase y de protección de la élite dominante.

William Mitchell demuestra por qué los defensores de las políticas de austeridad están equivocados. Para ello analiza y combate en su libro una serie de mitos fundacionales falsos. Se trata de ciertos clichés con los que políticos, medios de comunicación y la mayoría de los economistas, pretenden adormilarnos.

 Es falso que los gobiernos sean como los hogares. Es falso que la impresión de dinero para financiar los déficits presupuestarios sea inflacionaria. Es falso que los déficits presupuestarios y un elevado nivel de deuda pública conduzcan a elevados tipos de interés. La Teoría Monetaria Moderna los invalida uno a uno. Lo único que sí es cierto es que cuando los sectores privados acumulan ahorros negativos alrededor de una burbuja, la economía acaba muy mal.

La Unión Monetaria Europea (UME) es un sistemadefectuoso desde sus orígenes. En el libro Mitchell detalla cómo se hizo caso omiso de los informes precedentes (Werner, 1970; MacDougall, 1977) donde se avisaba de la necesidad de una instancia fiscal federal y de los peligros de dejar todo en manos de una Banco Central, como una parte no constituyente del gobierno, y de establecer, en este contexto, unos tipos de cambio fijos entre los estados miembros.

Mitchell a partir de este análisis y de su crítica a los mitos asumidos, plantea tres alternativas para solucionar el caos actual

En primer lugar, el establecimiento de una verdadera federación política y económica, pero las grandes diferencias entre las naciones europeas lo hacen altamente improbable. 

En una segunda alternativa, el BCE podría utilizar su capacidad de emisión de moneda para financiar los déficits fiscales de los Estados miembros para que pudieran fomentar el crecimiento y el empleo en sus economías nacionales sin encontrarse con las restricciones que los mercados de bonos privados ejercen en sus gastos. Sin embargo, se opone con contundencia Alemania y la propia Comisión Europea.

Bajo este escenario, si nada cambia, sólo hay una alternativa, según Mitchell, la opción de la salida del euro, y que puede ser o bien mediante un desmantelamiento ordenado de la moneda y una restauración de la soberanía monetaria individual para cada nación, con el restablecimiento de su propio banco central, o bien una salida unilateral de cada nación.

 La mejor opción para países como Italia, España, Grecia o Portugal es la salida unilateral de la unión monetaria mediante el restablecimiento de su propia soberanía económica y política. (...)"              (Juan Laborda, Vox Populi, 25/05/16)


 "Como alternativa a la salida del euro y para conseguir la soberanía financiera:  europeseta electrónica

Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.

Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467  )


Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna: 
 

Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html


Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html  

Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815

Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:



Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas':    http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html

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