"El Presidente Trump ha pasado de los aranceles al acero (con
excepciones para algunos aliados) a la verdadera batalla: bloquear que
China gane cuota de mercado en las industrias clave de Estados Unidos:
la tecnología, la industria farmacéutica y otros sectores basados en el
conocimiento. ¿Podrá China ganar más posiciones a nivel mundial o podrán
las políticas de Trump impedirlo?
La primera cosa a tener en
cuenta es como están las cosas en este momento. Los economistas de
Goldman Sachs, el banco de inversión de Estados Unidos, han analizado
los datos. Concluyen que “la posición de Estados Unidos como líder
tecnológico global sigue siendo fuerte.
La productividad de toda la
economía de los EEUU sigue siendo alta en comparación con otras
economías avanzadas, y sus cuotas de I + D global, patentes y royalties
de propiedad intelectual siguen siendo impresionantes”.
China ha ganado
posiciones, pero en los sectores de bienes de valor añadido medio y
casi nada en las tecnologías basadas en el conocimiento. Así, mientras
que en general, la participación de Estados Unidos en las exportaciones
mundiales de bienes de alta tecnología ha disminuido a medida que la
cuota de China ha crecido, los déficits del sector comercial de Estados
Unidos se han concentrado en bienes de tecnología media-alta en lugar de
en las categorías más avanzadas.
De hecho, la participación de Estados
Unidos en las exportaciones mundiales de servicios intensivos en
conocimiento se ha mantenido, lo que contribuye a un aumento del
superávit comercial y al aumento del empleo en estos sectores. (...)
La economía del siglo XXI de Estados Unidos se basa cada vez más para
su crecimiento en sectores avanzados de conocimiento y tecnología. La
proporción en el PIB de Estados Unidos de estos sectores es ahora del
38%, la más alta de cualquier economía importante. Sin embargo, China no
se queda atrás, con un 35% de su PIB en estos sectores,
sorprendentemente alto para una economía 'en desarrollo'.
Trump
centra ahora su ira contra China en su cuota de ventas de bienes de alta
tecnología en los mercados mundiales. Mientras que los EEUU son el
mayor productor de productos de alta tecnología, su participación en las
exportaciones mundiales se ha reducido considerablemente, mientras que
la cuota de China ha crecido.
Este aumento de la competencia de China ha
obligado a los fabricantes de EEUU a reducir su producción de patentes,
lo que ha implicado una reducción de ventas, beneficios, y del empleo
global.
Pero en el lado de los servicios, los EE.UU. es el mayor
productor mundial de servicios intensivos en conocimiento comerciales y
en segundo lugar solamente a la UE en las exportaciones. La
participación de China sigue siendo bastante pequeña. Si China gana
cuota de mercado en esta área, lo que realmente dañará el capital de
Estados Unidos. (...)
La verdadera batalla es ahora por los beneficios y los puestos de
trabajo en los sectores basados en el conocimiento en los que Estados
Unidos es aún dominante.
Sin embargo, estos sectores están muy
concentrados en tan sólo unas pocas empresas que son líderes
tecnológicos. Hay amplios sectores de la industria americana, incluyendo
empresas tecnológicas, que se beneficia muy poco de esta superioridad
de Estados Unidos.
Sólo cinco empresas tienen más del 60% de las ventas
en biotecnología, la industria farmacéutica, software, Internet y
equipos de comunicaciones. Las cinco primeras empresas de cada sector se
llevan también la parte del león de los beneficios. (...)
Lo que esto demuestra es que, contrariamente a la idea de la teoría
económica convencional de que el 'libre comercio' internacional
beneficia a todos, las ganancias del comercio se concentran en tan sólo
algunas empresas líderes que aprovechan su red, sus escalas y su
experiencia para ganar una mayor cuota de mercado.
La creciente
concentración industrial a su vez ha aumentado sus márgenes de
beneficios corporativos. Como Goldman Sachs explica: “el comercio
mundial está particularmente concentrado, y los exportadores ‘súper
estrellas’ representan una parte muy importante de las exportaciones en
muchos sectores y países”. (...)
Como defendí en una nota anterior,
en los últimos 30 años, más o menos, las economías capitalistas
mundiales se han acercado al 'libre comercio' con fuertes reducciones de
aranceles, cuotas y otras restricciones - y muchos acuerdos comerciales
internacionales.
Pero tras la Gran Recesión y en la actual Larga
Depresión, la globalización ha hecho una pausa o incluso se ha detenido.
La 'apertura' del comercio mundial (la proporción del comercio mundial
en el PIB mundial) se ha ido reduciendo desde el final de la Gran
Recesión.
Es este declive de la globalización cuando el crecimiento económico
mundial sigue débil y la rentabilidad del capital sigue anémica lo que
está detrás de esta nueva guerra comercial. Los torpes ataques
comerciales de Trump tienen un motivo objetivo: preservar los beneficios
y el capital de EE UU en los sectores claves de crecimiento tecnológico
de la economía mundial de la fuerza emergente de la industria china.
Hasta el momento, los EE UU aún mantienen una fuerte ventaja en sectores
de alta tecnología y de propiedad intelectual, mientras que el
crecimiento de China ha sido principalmente ampliando su cuota en el
mercado de su propio país a costa de las empresas estadounidenses, pero
no globalmente. Sin embargo, China está ganando.!" (Michael Roberts, Sin Permiso, 05/04/18)
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