14.6.18

Macron Y Merkel promueven la Europa de los Siete, integrada por Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia, Luxemburgo y Austria, quedando los periféricos (Portugal, España, Irlanda, Grecia, Eslovenia, Malta y Chipre) gravitando en sus anillos orbitales

"Europa estaría sufriendo una aguda crisis identitaria agravada por el triunfo del Brexit y por el “proceso de balcanización europeo” ideado por EE.UU. para mediante selectivos atentados terroristas, la crisis de los refugiados, aplicación de aranceles y el despertar del anhelo independentista de las Naciones europeas sin Estado provocar la aparición de fuerzas centrífugas que aceleren la desmembración de la actual Unión Europea 

(...) en represalia a las sanciones impuestas por la UE en el 2015, Moscú respondió con un embargo a los productos agroalimentarios europeas que habría tenido como efectos colaterales unas pérdidas estimadas en 150 millones de € diarios según el líder de la Liga Norte italiana y diputado del Parlamento italiano, Matteo Salvini y un monto total de más de 100.000 millones (según datos de la propia CE, la exportación a Rusia de la UE en el 2.013 habría ascendido a los 120.000 millones €). 

En consecuencia, habría surgido una corriente liderada por Italia, Finlandia y Francia que serían partidarios de suspender las sanciones a Rusia mientras en la orilla antinómica, tendríamos a Polonia, Gran Bretaña y Países Bálticos como adalides de seguir implementando dichas sanciones en el futuro mediato.  (...)

La coalición de intereses ruso-alemanes ideó el proyecto Nord Stream que conectará Rusia con Alemania por el mar Báltico, con una capacidad máxima de transporte de 55.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año y con una vigencia de 50 años. 

Dicha ruta se estima vital para Alemania y los Países Nórdicos, por lo que ha sido declarado de “interés europeo” por el Parlamento Europeo, nefasta para la geopolítica de EEUU y crucial para la geoestrategia energética rusa pues con dicha ruta se cerraría la pinza energética rusa al descartar a las Repúblicas Bálticas y Polonia como territorio de tránsito, descartado asimismo el oleoducto BTC de filiación clintoniana. 

Rusia conseguirá así su doble objetivo geoestratégico de asegurar un flujo ininterrumpido de gas hacia Europa por dos vías alternativas y convertir de paso en “islas energéticas” tanto a Ucrania como a las Repúblicas Bálticas.

Sin embargo, el objetivo inequívoco de EE.UU. es sustituir la rusodependencia energética europea (30% del gas que importa la UE procede de Rusa) por la frackingdependencia, inundando el mercado europeo con el GNL (gas natural frackeado en EEUU y transportado mediante buques gaseros) para hundir los precios del gas ruso. 

Otro objetivo sería impulsar la utilización de la técnica del fracking en todos los países de la Europa Oriental, el llamado “arco del fracking europeo” que se extendería desde los Países Bálticos hasta la Ucrania europea, pasando por Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria y que dependerá de la tecnología de empresas estadounidenses como Chevron o Shell.

En consecuencia, tras presentar el Senado de EEUU un proyecto de enmienda que introduce nuevas restricciones económicas contra el gasoducto Nord Stream 2 ( gasoducto con una longitud total de 1.200 Km. que transportará por el Báltico directamente el gas ruso hasta Alemania y que debería empezar a funcionar en el 2020), la CE tomó la decisión de revisar dicho proyecto de colaboración ruso-europeo bajo el pretexto de que “dicho gasoducto podría fortalecer la dependencia de la UE del gas ruso y consolidar la posición dominante de Gazprom en el mercado europeo”.  (...)

La implementación por EEUU de aranceles contra el acero y aluminio de la UE del 21% y 10% respectivamente provocarán la desafección europea hacia EEUU y una tardía reafirmación de la soberanía europea por parte Francia y Alemania que será la génesis de un nuevo proyecto europeo (Europa de los Siete), integrado por Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia, Luxemburgo y Austria, quedando el resto de países europeos periféricos (Portugal, España, Irlanda, Grecia, Eslovenia, Malta y Chipre) gravitando en sus anillos orbitales. El resto de países del centro y este de Europa, (integrantes de la llamada Europa emergente), que se extendería desde los Países Bálticos hasta la Ucrania europea, pasando por Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria.

Dichos países serán el ariete que empleará EE.UU. para sustituir la ruso dependencia energética europea (30% del gas que importa la UE procede de Rusa) por la frackingdependencia, inundando el mercado europeo con el GNL (gas natural frackeado en EE.UU. y transportado mediante buques gaseros) para hundir los precios del gas ruso  (...)"            (Germán Gorraiz López , Alainet, 07/06/18)

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