1.6.18

Prepárense porque en otoño todo apunta a que Italia será el primer país de Europa occidental en tener un gobierno nacional-populista. Y no temblarán sólo los Alpes y los Apeninos. Cuando eso pase, temblará toda Europa...

"(...) El imprevisto desenlace final tuvo lugar el 27 de mayo, cuando Conte renunció al encargo y Mattarella, en una tensa rueda de prensa, explicaba las razones que lo habían llevado a bloquear el nombramiento del llamado “gobierno del cambio”, que había quedado de un día para otro en agua de borrajas. 

El presidente de la República ha considerado que el nombramiento de Savona creaba incertidumbre sobre la posición del país respecto al euro y ponía en riesgo los ahorros de los italianos, como había demostrado la pérdida de 51.000 millones de euros en la bolsa de Milán en tan sólo nueve días y el aumento de la prima de riesgo –había superado ya los 200 puntos respecto a los Bond alemanes– que afecta a la abultada deuda pública italiana (132% del PIB, la segunda más alta tras la griega). 

Pocas horas después, Mattarella encargaba la formación de un nuevo ejecutivo al economista Carlo Cottarelli, alto dirigente del Fondo Monetario Internacional durante más de dos décadas y comisario extraordinario para la revisión del gasto público en 2013 en el Gobierno de Enrico Letta.

A partir de ahí todo ha estallado. Salvini y Di Maio han atacado duramente al presidente de la República que, según su versión, se ha doblegado ante los mercados y a los diktat de otros países –Alemania in primis– contra la soberanía del pueblo italiano. Una decisión “inconcebible” que tachan de “golpe de Estado”. 

El líder liguista ha pedido inmediatamente nuevas elecciones, mientras los grillini, conscientes de haber perdido la iniciativa política, se han lanzado a pedir el impeachment de Mattarella por haber violado supuestamente la Constitución. 

Más allá del ruido

Añadamos algunos elementos para entender mejor lo que ha pasado. Si bien es cierto que la decisión de Mattarella puede ser vista como aparentemente inusual, el presidente de la República se ha valido de la prerrogativa que le otorga la Constitución: según el artículo 92, es el presidente de la República quien nombra a los ministros propuestos por el presidente del Consejo, asumiendo así la responsabilidad institucional. Ya en el pasado, tanto Pertini como Cossiga, Scalfaro y Napolitano habían ejercido esta prerrogativa vetando el nombramiento de algunos ministros.  (...)

Se trata, en definitiva, de una trampa hábilmente tendida por Salvini para encontrar la excusa perfecta para retirarse de un gobierno que tenía, posiblemente, los días contados y que jamás hubiese podido llevar a cabo un programa imposible, descargando las responsabilidades sobre Mattarella.

 Ahora la Liga, aún más que los 5 Estrellas, tiene la campaña electoral definida: el pueblo contra las élites, la defensa de la soberanía nacional contra los poderes internacionales que quieren “colonizar” Italia. La máquina de la propaganda está ya funcionando.  (...)

Los 5 Estrellas, que lo habían fiado todo al éxito de la operación del “gobierno del cambio”, se han quedado anonadados. Prácticamente, se han tragado todas las imposiciones de Salvini, tanto en el contrato de gobierno –en el que han desaparecido todas las medidas progresistas de su programa–, como en la decisión de los nombres, aceptando que Di Maio no fuese el presidente del gobierno y que Savona fuese el responsable de Economía.

 Salvini ha revelado las primeras medidas que habría aplicado el nuevo gobierno: bloqueo de la llegada de migrantes y cierre inmediato de los campos de gitanos. Un hecho insólito teniendo en cuenta que los 5 Estrellas doblaron en votos a la Liga el 4 de marzo.  (...)

Mientras tanto los especuladores siguen presionando: la prima de riesgo se acerca a los 300 puntos, los capitales abandonan el país y las agencias de calificación ponen el rating italiano bajo revisión por una posible rebaja. (...)

Hay quien no descarta, sin embargo, una alianza populista entre los de Salvini y los 5 Estrellas: si se mantuviesen los resultados del 4 de marzo, una coalición de este tipo conseguiría una amplísima mayoría absoluta, conquistando el 90% de los colegios uninominales en todo el país, según el Instituto Cattaneo. (...)

Entre tantas incógnitas hay una certeza: el tema estrella de la próxima campaña electoral –que ya ha empezado– será el europeo, junto a la inmigración, caballo de batalla de Salvini. La Liga y el M5E competirán por quién es más euroescéptico: Forza Italia estará entre dos aguas –dependiendo de si se presenta aliada a Salvini–, mientras el Partido Demócrata (PD), que ha defendido junto a los sindicatos al presidente de la República, se presentará como baluarte del europeísmo. 

Un PD, devorado por las luchas internas con un Matteo Renzi agarrado a su sillón, que ha desaparecido del mapa y ha perdido la ocasión histórica de abrir un diálogo con los 5 Estrellas, facilitando su salvinización.

No olvidemos que Italia, que fue un país euro-eufórico hasta los años dos mil, se ha convertido después, con la crisis de 2008, en uno de los países de la UE donde el europeísmo tiene menos apoyos. Pensar que las periferias –tanto las del norte como las del sur–, que han votado en masa a la Liga y al 5 Estrellas el 4 de marzo, cambien de opinión y pasen a defender la bandera europea es poco más que un espejismo. ¿Hay alternativas a esta elección binaria? De momento, no. La izquierda está desaparecida en combate (...)

Prepárense porque en otoño todo apunta a que Italia será el primer país de Europa occidental en tener un gobierno nacional-populista. Y no temblarán sólo los Alpes y los Apeninos. Cuando eso pase, temblará toda Europa"       (Steven Forti. Profesor asociado en Historia Contemporánea en la Universitat Autònoma de Barcelona, CTXT, 29/05/18)

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