"Mauricio Macri
es el enésimo ejemplo de la farsa que invade las democracias de medio
mundo, sometidas a un poder corporativo global que campa a sus anchas.
Fue llevado en volandas al poder, tras una apretadísima elección, por
una intensa campaña mediática. Ésta fue ideada por aquellos que juraron
vengar la afrenta de que Argentina se librara, al menos temporalmente,
del inexorable peso del yugo de la deuda.
Pero cuando uno lee y/o
escucha atentamente a éste y a otros personajes tratados con mimo por los medios de comunicación del establishment, uno solo puede sentir exasperación, hastío y pena. ¡Aún estoy releyendo los editoriales de un mass media
español sobre Macri! Que si es un triunfo de Argentina devolver a su
país a los mercados financieros; que si Macri presenta en España un
proyecto serio para la recuperación de su país, que si bla, bla, bla,…
¡No tienen ni idea de lo que hablan!
Macri encarna algo muy extendido en la clase política de
medio mundo. Existe una bajísima coordinación, entre su pensamiento, sus
acciones y sus palabras. Y sus acciones acaban siempre siendo las
mismas, aquellas que favorecen a una minoría a costa de incrementar la
miseria de la mayoría. Pero cierta clase media, incomprensiblemente, les
aúpa al poder. Cuando quieren darse cuenta de su error ya es tarde. El
mal está hecho.
La realidad es que Argentina, después de 12 años de relativa tranquilidad bajo los mandatos de Nestor y Cristina Kitchner,
ha vuelto a pedir ayuda al FMI. El otrora alumno aventajado de las
políticas del FMI, durante la década de los 90, volvió a las andadas
neoliberales. Aquí la noticia ha pasado prácticamente desapercibida,
demasiado para unos medios patrios que aún se están preguntando qué
carajo ha pasado a un tipo de corte tan serio como Mauricio.
¿Y qué me
dicen del líder de Cs Albert Rivera? Hace
relativamente poco, apenas dos semanas, bendijo la política económica de
su correligionario liberal argentino. Advertidos estamos. Pero vayamos
al grano. ¿Qué ha pasado en Argentina para que después de 12 años vuelva
a las andadas?
Entre el dicho y el hecho hay un trecho
La presidencia de Nestor Kitchner, tras el desastre de Carlos Menem,
fue una época dorada, de auténtico desarrollo económico y social del
país, apoyado en el comercio exterior, la apreciación de las materias
primas y en una menor carga de la deuda. La clave, el default de 2005 y
el control de capitales, tal como reconoce, en un acto de contrición, el
propio FMI.
El PIB del país creció a una media anual próxima al 9%,
pero además hubo importantes avances sociales. Se produjo una
incorporación de ciudadanos a las clases medias acompañada por una gran
mejora de los niveles educativos. Hasta el Banco Mundial reconoció que
Argentina había invertido fuertemente en salud y educación, destinando
el 8% y el 6% del PIB, respectivamente, avances que se mantuvieron con
Cristina.
La clase media se duplicó pasando de 9,3 millones a los 18,6 millones
(equivalentes al 45% de la población). Durante la Gran Recesión, sin
embargo, la economía se ralentizó de manera notoria, al contraerse el
comercio global y ser muy dependiente de las exportaciones de materias
primas.
En una fase de déficit por cuenta corriente, utilizó su
soberanía monetaria para aplicar políticas keynesianas, con un fuerte
programa social, encaminadas a mantener la actividad económica y el
empleo.
En los 12 años que gobernó el kirchnerismo el desempleo pasó del 25% al 6%, se duplicó el PIB y el endeudamiento público pasó del 138% al 38% del PIB. Su punto débil, no haber aprovechado esta dinámica para industrializar definitivamente el país.
Pero
tras 12 años del Kitchnerismo en el poder, las elecciones de 2015 las
ganó, por los pelos, Mauricio Macri, con un apoyo mediático sin
precedentes. ¿Les suena eso del apoyo mediático? Pero Macri mostró una
profunda descoordinación entre lo que prometía, lo que realmente pensaba
y lo que ha acabado haciendo. Vayamos por partes.
Durante
la campaña de 2015, en un debate electoral, dio un discurso con tres
promesas electorales estrella.
La primera, lograr una Argentina con
pobreza cero. Las estadísticas no pueden sino desautorizarle. El
Observatorio Social de la Deuda de la Universidad Católica Argentina
(UCA) asegura que en los dos último años han aumentado el número de pobres a una tasa de 1,5 millones de personas por año.
La segunda promesa de Macri en plena campaña electoral,
textual, abro comillas, “reducir la inflación en dos años a 1 dígito con
un programa antiinflacionario. Es lo más fácil”.
Pero de nuevo la
realidad es tozuda. La inflación se sitúa alrededor del 40%, la cifra más alta desde 2002,
produciéndose las mayores subidas en alimentos, servicios básicos y
vivienda, con repuntes en las tarifas de luz, gas y agua alrededor del
500%. ¡Es el mercado, joder!
La tercera promesa, la
creación de empleo. Durante la campaña Mauricio Macri prometió 2
millones de puestos de trabajo, pero la realidad es muy distinta. El
número de despidos, tanto en el sector público como privado, superó en
estos dos años los 200.000 anuales, ascendiendo la tasa de paro al 10%
frente al 6% en el que la dejó Cristinas Kitchner.
Detrás de todo, las recetas neoliberales
Voy
a ser muy clarito. ¿A qué espabilado se le ocurrió juntar una
desregulación financiera, un tipo de cambio flexible, un Estado más
débil, repagar la deuda a los fondos buitres y volver a endeudarse en
dólares, perdiendo la soberanía monetaria? Era claro que Macri y su
libre mercado iban a acabar muy mal. Mi pregunta va dirigida a los mass media
que le apoyaron.
¿Son conscientes de la miseria que implicaban las
políticas de Macri? ¡Es que hasta el FMI, al menos temporalmente, hizo
acto de contrición! Vean sino los documentos “Rethinking Macroeconomic Policy”, y “Capital Inflows: the Role of Controls”, publicados ambos en 2010.
En
un país emergente, olvídense de la monserga liberal y apliquen sin duda
¡control de capitales, soberanía monetaria, administración de precios y
comercio, y política industrial! ¿Le queda claro esto al señor Rivera?
Para Mauricio Macri ya es tarde, y el daño que ha causado irreparable." (Juan Laborda, Vox Populi, 15/05/18)
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