"(...) —Para acabar, señala lo que a tu parecer ha sido lo más negativo acontecido en este último año.
—Quizás escogería como lo más negativo de este año la clausura del
debate estratégico en Podemos y en Unidos Podemos. Al decir clausura
alguien se preguntará si es que alguna vez se abrió. Yo no sería tan
crítico, porque hay circunstancias objetivas que hacen factible esa
clausura, y una de ellas es la aceleración del tiempo histórico.
No hay
debate estratégico porque el debate parlamentario se lo come todo, y eso
para mí es una pésima señal. El Parlamento tiene un día a día muy
acelerado, y el Partido acaba desbordado y perdiendo autonomía.
—¿Pero no habéis creado un gobierno en la sombra?
—Creo que no sirve para nada, salvo como una especie de Comité
Consultivo del secretario general de Podemos. Eso está bien, pero no
tiene trascendencia ninguna, por eso sigo insistiendo en la necesidad de
que hubiese una dirección unificada de las fuerzas que estamos en lo
que hoy es Unidos Podemos.
Pero sigo con el debate estratégico: nosotros
seguimos teniendo una serie agujeros negros estratégicos que no hemos
sido capaces de socializar ni de generar debate sobre ellos. La primera
cuestión, que a mi juicio es fundamental, es que no se ha reflexionado
sobre los cambios que se están produciendo en el mundo.
Hablo de una
reflexión colectiva, no es que Pablo Iglesias o Alberto Garzón o Antonio
Maíllo no reflexionen, ¡claro que reflexionan, y escriben libros! Estoy
hablando de una reflexión colectiva de Unidos Podemos.
No tenemos una
reflexión sobre cómo vemos colectivamente esos cambios, y cómo llega eso
abajo para crear partido-organización. Hemos hablado antes de la
emigración, pero la emigración es parte de una crisis mucho más amplia,
mundial, donde la crisis climática, la transición geopolítica, la crisis
económica están jugando un papel de enorme magnitud, y en este marco,
por ejemplo, hay un debate en el cual nosotros no hemos participado
colectivamente, que es si está próxima o no una crisis económica.
Tampoco hemos debatido sobre el papel que está jugando la Unión Europea.
En Podemos esa cuestión se está tratando como si fuera un problema de
política internacional, aunque nosotros ya no somos un Estado soberano, y
todavía seguimos hablando de Europa como si fuera una suma de Estados,
pero la UE interviene en cada uno de los Estados, es un superpoder por
encima de los poderes reglados de los Estados.
Y, por seguir con
ejemplos, se habla mucho de crisis de régimen pero ¿qué tipo de crisis
de régimen? ¿cuál es la salida? ¿Y cuál ha de ser nuestra relación con
el Partido Socialista? Y si me preguntaras: ¿cuál es el proyecto de país
de Unidos Podemos?, yo te diría que el mío es este, pero el de Unidos
Podemos no lo conozco.
Hay atisbos, esbozos, si reúnes todo lo que hemos
dicho en el Parlamento puedes pensar que tenemos buenas ideas, hemos
presentado cosas estupendas sobre agua, hemos hecho una ley fantástica
sobre transición energética, hemos trabajado mucho y bien en el tema del
feminismo, en el tema de relaciones laborales hemos trabajado a fondo,
es decir, hay mimbres, pero lo que no hay es un proyecto de país, una
declaración solemne que diga que estos son los 12, 13, 14, elementos que
configuran nuestro proyecto de país y que se alzan frente a los grandes
problemas que vive España. (...)"
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