"Los socialdemócratas daneses ganaron las elecciones con una campaña
basada en cuatro ejes: la defensa de la política clásica de bienestar,
impuestos más altos para los ricos,una polémica política migratoria y
una política climática activa. Con una socialdemocracia fuerte, la
extrema derecha parece haberse desplomado. ¿Pero hasta qué punto esta
extrema derecha impuso la agenda?
Los socialdemócratas hicieron su campaña con cuatro lemas: política
clásica de bienestar socialdemócrata: por ejemplo, mejores guarderías
infantiles y más docentes; gravámenes más altos para los ricos: un mayor
impuesto a las acciones, un mayor impuesto a la herencia, mayores
impuestos a los bancos y a las transacciones financieras de la Unión
Europea; también una continuación de la política migratoria de
Dinamarca, respaldada por una clara mayoría desde hace muchos años; y,
finalmente, un muy fuerte énfasis en una política climática activa.
La
presidenta del partido, Mette Frederiksen, habló repetidamente en la
campaña electoral sobre las viejas virtudes socialdemócratas.
¿Qué papel jugó la decisión de tomar posturas más estrictas en cuestiones de migración y política de asilo?
Eso
jugó un papel decisivo. En los últimos años, los socialdemócratas han
casi copiado las estrictas políticas de extranjería del gobierno de
centroderecha porque fueron apoyadas por una gran mayoría de la
población. En mayor o en menor medida, el tema de la inmigración ha sido
decisivo para las elecciones danesas desde el cambio de milenio. En ese
lapso, los socialdemócratas han perdido elecciones fundamentalmente por
dos motivos.
Por un lado, su postura no era tan dura como la de los
partidos de la centroderecha. Por otro lado, los partidos que cooperan
con los socialdemócratas en la izquierda (Alianza Roji-Verde y Partido
Popular Socialista) y en el centro liberal (Partido Social Liberal)
apoyaban una política migratoria aún más laxa. Así las cosas, a la
centroderecha y a la derecha les resultó fácil decir que un gobierno
socialdemócrata impulsaría una política de migración negligente.
La
nueva jefatura de los socialdemócratas ha operado un cambio de rumbo y
ha dejado claro que no negociará sobre el tema con socios potenciales de
la coalición, y que estos solo podrían influir en otros temas de
política, como asistencia social, impuestos y clima.
Los
resultados muestran que los socialdemócratas han logrado recuperar
votantes. Por ejemplo, aquellos que votaron por los populistas de
derecha en las últimas elecciones. Al mismo tiempo, los socialdemócratas
han perdido votantes a manos de la izquierda y de los liberales. El
balance da que los votantes fueron atraídos de la derecha a la
izquierda, y esa fue la clave de la victoria general de la izquierda. (...)
El Partido Popular Danés, populista de derecha, cayó de 21%
al 8,7%, mientras que Línea Dura, un partido nuevo ubicado aún más a la
derecha, logró superar por poco el 2% de los votos necesario para
ingresar al Parlamento danés. ¿Cómo evalúa lo que está sucediendo en la
derecha?
La extrema derecha ha prácticamente colapsado en
Dinamarca. Esto se debe a la creciente preocupación de los daneses por
el populismo de derecha en Gran Bretaña con el Brexit y la elección de
Donald Trump en Estados Unidos. (...)
Sin embargo, una explicación clave es que en Dinamarca tanto los
partidos de centroizquierda como los de centroderecha tienen una postura
estricta en materia de migración.
También ha habido una evolución
significativa en Dinamarca en términos de cultura política. En los
últimos 10 o 20 años, tanto los partidos de centroizquierda como los de
centroderecha se han alejado cada vez más de la «corrección política»
tan valorada por los medios de comunicación y los intelectuales. La gran
mayoría de la dirigencia política se alinea consecuentemente con lo que
dice la ciudadanía danesa en las encuestas."
(Entrevista a Jesper Vind , corresponsal del semanario danés Weekendavisen,
Joanna Itzek , Nueva Sociedad, junio, 2019,
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