"Los números resultan escalofriantes: la banca española ha ganado 100.604 millones de euros en la misma década, la transcurrida entre 2009 y 2019, en la que, con al menos 88.300 despidos y prejubilaciones, se ha deshecho de casi un tercio de su plantilla.
Y nada apunta a que
ese proceso de recortes de personal paralelo a la búsqueda de
rentabilidad por parte de los bancos vaya a cesar. Más bien al
contrario, ya que el confinamiento por la pandemia de coronavirus
entraña el riesgo de acabar teniendo efectos secundarios en forma de
recortes de plantilla por el avance de la banca digital, un
factor que ya ha sido incluido por las entidades financieras entre las
causas objetivas de los ERE, por el aumento de la morosidad y por el
desplome de las cotizaciones bursátiles. (...)
Los movimientos de reestructuración, en cualquier caso, parecen haber comenzado: UGT ha detectado cómo, tras el cierre de 9.584 sucursales (una
de cada cuatro) en los últimos seis años, algunas entidades comienzan a
preparar otra oleada que, solo entre las tres principales, CaixaBank,
Santander y BBVA, se acercaría al millar de oficinas clausuradas.
"Han descubierto el teletrabajo y que se puede atender al cliente desde
casa", explica Roberto Tornamira, responsable de la Federación de
Banca, Seguros y Oficinas de UGT.
(...) tras una década prodigiosa en la que, de manera simultánea a la liquidación y bancarización de las cajas de ahorro, el costoso rescate del sector, su reordenación del sector a base de fusiones y absorciones y el inicio de su reconversión, las plantillas de las entidades financieras que operan en España se vieron reducidas, según los datos del Banco de España,
en 82.293 miembros a los que hay que sumar, al menos, los 6.006 que
suman los tres principales ERE del año pasado: 2.023 salidas en CaixaBank, 2.023 en Santander y 760 en Unicaja.
Eso de un total de 88.299 despidos y prejubilaciones que equivalen a un 32,76% de la plantilla contratada al inicio de la década y de la intensa crisis económica y financiera desatada a finales de 2008.
"Esa cifra parece baja, nosotros estimamos la reducción de las plantillas entre 2008 y 2018 en 100.000 empleados
a partir de las memorias de Aebanca y la Ceca", anota Tornamira, que
considera que "ha habido una aceleración tremenda, y que sigue", en la
destrucción de empleo en el sector financiero español.
En esos mismos diez años, los beneficios netos de la banca española superaron los 100.000 millones de euros, según indican los Estados Financieros Consolidados que
publica Aebanca, que reflejan una horquilla de 9.300 a 15.600 con la
excepción de 2012, el único año de la serie en la que registraron
pérdidas en su conjunto. (...)
La factura
tributaria se elevó a 42.567 millones de euros en ese mismo periodo,
aunque esa cifra corresponde al volumen devengado por las entidades
bancarias y no al efectivamente liquidado a la Agencia Tributaria, ya
que este se ha ido viendo reducido año tras año por la aplicación de los DTA o activos fiscales diferidos.
Sólo el año pasado, los 1.333 millones devueltos en efectivo por el fisco a los bancos
en el Impuesto de Sociedades por el deterioro de sus activos
inmobiliarios, las prejubilaciones y los planes de pensiones de sus
plantillas enjugaron casi la cuarta parte de la factura teórica de 6.958
generada a lo largo del año.
En esos
beneficios, que suman 143.171 millones de euros antes de impuestos,
tuvieron una influencia clave tres factores: la tendencia al alza del
margen de intereses, que con altibajos pasó de casi 50.000 a más de
60.000 anuales; el crecimiento de los ingresos netos por comisiones a los clientes, que sumaban otros 178.307 al
final del periodo, y el gasto en personal, que se redujo un 24% a base
de EREs, prejubilaciones y planes de salida voluntaria.
Varios indicios apuntan a que esa última factura va a seguir reduciéndose en los próximos años, o meses. (...)" (Eduardo Bayona, Público, 17/06/20)
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